Reivindicación de género sigue sorteando escollos
Después de la amplia cobertura mediática de hace meses, hoy varios se preguntan “en qué andan” los casos de reivindicación de género en Ecuador que siguen un trámite legal.
En el de Nicola Rothon y Helen Bicknell, las mujeres inglesas que, como pareja, intentaron inscribir a su hija Satya con el apellido de ambas, el juez Vicente Altamirano decidió, como se sabe, hace más de dos meses no admitir la Acción de protección constitucional, presentada por ellas, pero la Defensoría del Pueblo (DP) apeló esta decisión en la vía legal.
Sin embargo, “la Tercera Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha ya resolvió, rechazando la apelación”, señalan desde la institución.
Por otro lado, el caso de Camila Solórzano Guaranda, una niña a quien sus padres intentan inscribir con el apellido de la madre, antecediendo al del padre, se encuentra aún en la Corte Provincial de Justicia de Pichincha.
La apelación reposa en la Corte Constitucional “y el pleno de la CC todavía no ha conocido el caso”, detallan desde la DP.
“No te da vergüenza lo que haces”
Cada día crece el número de quejas por conflictos de discriminación, manejados por la DP. La Constitución del Ecuador precautela el derecho a la diversidad y a la no discriminación de género.
La Asociación Silueta X ha presentado catorce reclamos; la Asociación Mujer y Mujer, una contra la Policía Metropolitana; el Observatorio GLBTI dos. El Registro Civil, Paulino Toral, la Iglesia evangélica Galilea, aparecen en la lista de reclamos.
“Maricón hijo de puta – no te da vergüenza lo que haces”. Jorge denuncia los insultos que le propinó su jefe cuando le llevaba una citación formal de la Inspectoría del Trabajo, por despido intempestivo.
Su pareja, Brigitte, una transexual, lleva el cabello rizado y largo, viste jeans y una blusa que deja sus hombros al descubierto.
Mientras él cuenta el conflicto que tuvo con su jefe, ella atiende a los clientes en su peluquería, ubicada en Flor de Bastión, Guayaquil.
Jorge -quien firma la queja legal- vive con ella hace 14 años. Aclara que él no se considera homosexual: “Brigitte es una mujer, tiene amigas que se ven como ella, pero en la intimidad sexual hacen como hombre y como mujer; pero en todo el tiempo que la conozco, nunca ha pasado nada de eso”, confiesa.
Él reclama un despido intempestivo, tras ocho años de trabajo. “Yo pintaba réplicas, cuadros de Guayasamín, Kingman y Botero por los que me pagaban primero $ 3,60, después $ 5 y finalmente $ 8; trabajé así durante ocho años, las pinturas se vendían en Estados Unidos”.
Lourdes Rangel, de la DP, recuerda que “nadie puede ser discriminado. Cuando se presenta una denuncia, nosotros convocamos a las partes, escuchamos las dos versiones y establecemos mesas de diálogo para llegar a una resolución; no tenemos poder coercitivo”.
El 28 de febrero del año pasado José Delgado, presentador del programa En carne propia, llegó a cuatro acuerdos con miembros de la comunidad GLBTI, quienes lo denunciaron por entrevistar a un pastor evangélico que comparó a una pareja homosexual con los habitantes de Sodoma y Gomorra.
Según lo convenido, Delgado debía recibir clases sobre Derechos Humanos, respeto a la diversidad y género. Han pasado seis meses y aún no se concretan las charlas.
Género y sexo, una disputa por el registro
Asociaciones GLBTI del país se han unido para pedir que en la cédula de identidad se registre el género. Diane Rodríguez forma parte de la campaña y explica que con ello buscan “el reconocimiento de la identidad de género, que es sencillo: respetar el género en que se identifique una persona, cualquiera que este sea, sin importar su sexo”.
A través de su Departamento Legal, el Registro Civil (RC) argumenta que no se puede cambiar la categoría “sexo” en la cédula de identidad, basándose en la Constitución, donde se establece que: “En virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la Ley”.
Como “la ley del ramo no contempla en la vía administrativa realizar este cambio de documentos en el documento público de identidad”, ellos no cambian el sexo.
Solo un hombre, en Ecuador, pudo ser reconocido como mujer en la cédula. Se llama Dayris Estévez y lo consiguió después de ganar una querella legal en la Corte Provincial.