Refugiados colombianos piden ser llevados a otro país
Desde la madrugada del domingo 2 de junio de 2019, refugiados y solicitantes de refugio provenientes de Colombia se instalaron en las afueras de las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Ecuador, ubicadas al norte de Quito. Su objetivo es solicitar su traslado al extranjero, a Candá o Europa. Dicen que no se moverán de ahí hasta recibir una respuesta favorable.
Ausberto García, presidente de la Fundación Internacional ONG Colombianos en el Exterior y vocero de los solicitantes, asegura que sus vidas corren peligro en Ecuador porque subversivos del conflicto armado colombianos los están buscando. Explica que ya han hablado con un país europeo que está dispuesto a recibirlos, prefieren no dar el nombre del lugar por cuestiones de seguridad.
En un inicio su pedido fue el reasentamiento en otro país. A lo cual María Clara Martín, representante de ACNUR, les comunicó que esta solicitud no depende de su oficina, sino del país a la que se envía la petición. Además, se trata de un proceso que podría tardar algunos años.
En el mundo -asegura Martín- existen 25 países que receptan solicitudes de reasentamiento. De Ecuador solo tres países están receptando estos pedidos: Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá.
“En el mundo hay 1'400.000 refugiados con necesidades urgentes de reasentamiento. El año pasado solo se reasentó a un poco más de 81.000”, explica Martín. Agrega que las solicitudes de Ecuador también deben enfrentar un tema de cupos disponibles.
Estos cupos se reservan para casos específicos como en los que hay que preservar la seguridad de la persona y para los sobrevivientes de violencia, que incluye violencia sexual y tortura.
Martín aclara que el reasentamiento a otro país no es un derecho, la protección internacional para un refugiado legítimo sí lo es. El reasentamiento es una medida de solidaridad que hacen ciertos países con aquellos que recibe refugiados.
Martín asegura que se les ha comunicado que tratarán el caso de cada familia y que vuelvan a sus hogares. Sin embargo, García asegura que de ahí no se moverán hasta que les aseguren que les darán boletos de avión al exterior, una carta de recomendación de la ACNUR dirigida al país de destino para que no les sea complicado asentuarse en grupo y que les solucionen los pasaportes a aquellas personas que no lo tienen. Además, aclara que su pedido ya es otro. Ya no quieren reasentamiento, piden asilo, amparo y protección internacional lejos de Ecuador.
En esta solicitud se encuentran más de 100 personas de nacionalidad colombiana.
Algunos de los individuos que se encuentran fuera de la ACNUR ya han pedido el reasentamiento, pero les fue negada. García no tiene claro el por qué de la negativa.
“Por cada refugiado entran $ 7.000 y $ 8.000 mensuales. ACNUR nos entrega solamente $ 60 para arriendo y una tarjeta de $ 25 para reclamar alimentación. Qué pasa con el resto del dinero”, comenta García.
Martín desmiente esta afirmación. Explica que el presupuesto para ACNUR en Ecuador es de $ 21 millones anuales, que incluye los pagos a sus trabajadores y cobertura de los proyectos de ayuda a todas las personas que se encuentren en cualquier tipo de movilidad humana. Además, este presupuesto viene de donaciones internacionales. (I)