Reducir el uso de plásticos, la apuesta ambiental de Ecuador en los próximos años
Una de las iniciativas a las que Ecuador se suma como parte de su compromiso por la protección del medio ambiente es la prohibición de fabricación, comercialización, distribución y entrega de sorbetes y otros plásticos de un solo uso.
Diversos sectores están comprometidos con este tema ambiental. Al momento, en la agenda de la Asamblea Nacional del Ecuador se discutirá la Ley de Reducción Plásticos de un solo uso, el Ministerio del Ambiente lleva una campaña Bájale al plástico y se desarrolla en colegios del país.
Y la sociedad civil también: en negocios de comida y venta de abastos también existen, en este caso, iniciativas para que se reduzca el uso de funda de compras, sorbetes, cubiertos desechables, envoltorios de alimentos, etc.
De otro lado, las compañías también apuestan a soluciones para los plásticos de un solo uso, pues la reducción de su consumo, no ocurrirá de la noche a la mañana.
Con esto en mente, y con la idea de ayudar al planeta, empresas de varios sectores en el país están invirtiendo en innovación e investigación para desarrollar soluciones que puedan reemplazar al plástico, pero que guarden su eficiencia y versatilidad.
Una de las alternativas que existe son los polímeros de origen natural –derivados de fuentes como el maíz o el almidón-, que además son biodegradables, compostables y reutilizables de manera específica.
Uno de los jugadores en esta búsqueda de opciones sostenibles y amigables con el medio ambiente es BASF. La compañía cuenta con una solución llamada Ecovio®, un bioplástico compostable compuesto por un polímero (ecoflex) y ácido poliláctico (PLA), obtenido a partir de materias primas renovables.
“Esta solución funciona muy bien en la protección contra la humedad, con una excelente sellabilidad para los empaques de papel para alimentos”, explica Inés Rivera, consultora de Negocios para Ecuador y Colombia de BASF.
Usos del plástico alternativo
Materiales como el Ecovio® pueden ser aplicados en cajas de empaque para llevar y servir alimentos o bolsas para granolas, café y productos orgánicos tipo exportación que requieren vender un producto integro al ser 100% compostable y biodegradable.
“Este tipo soluciones permite tener procesos de ciclo cerrados o circulares, en los que a partir de procesos industriales se recupera este material como composta junto a los materiales orgánicos. Esto permite que productos fabricados con esta materia prima pueden desaparecer, en condiciones de compostaje, en hasta 90 días”, explica Rivera.
La tendencia, pero también la necesidad, es que los países empiecen a priorizar el uso de estos materiales que reemplazan al plástico, que según el informe del PNUMA, es el responsable del 75% de la basura marina en el mundo. Mientras ocurre esta transición, es fundamental destacar el reciclaje como una práctica vigente y clave para reducir la huella ambiental del país.
“Es importante que la sociedad ecuatoriana continúe y fortalezca prácticas sostenibles en torno al reciclaje. Recordemos que una gran parte de los desechos que el plástico genera podría reducirse si lo reutilizáramos e hiciéramos un uso más eficiente de este material”, afirma Rivera.
¿Qué ocurre en el país?
En Ecuador, tan solo en las Islas Galápagos, se recogieron 9.533 kilogramos de desechos entre enero y abril de 2019. Esta fue probablemente una de las razones por las que el país accedió sumarse a esta lucha ambiental que prohíbe los plásticos de un solo uso y eliminarlo de manera definitiva para el año 2020 en todo el territorio.
Aunque es un proyecto a largo plazo que las empresas irán adoptando gradualmente para cumplir con la disposición que exigen las autoridades, ya existen compañías como BASF que trabajan en la creación de alternativas que reemplacen este material y reduzcan de forma significativa la huella en el medio ambiente. (I)