Los recicladores construyen una casa con su labor
Los integrantes de la Asociación de gestores ambientales del Distrito Metropolitano de Quito trabajaron 10 años para disfrutar de un espacio digno.
Ahora bajo un techo clasificarán los desechos recogidos y en un lugar seguro realizarán sus reuniones gremiales, compartirán momentos y descansarán.
Por eso, Laura Guanoluisa, presidenta de la Red Nacional de recicladores del Ecuador (Renarec), lloró ayer. No paró de hacerlo mientras las imágenes en un proyector mostraron un terreno baldío, lleno de maleza y totalmente desnivelado. Al final de la muestra apareció un lugar pavimentado, con cubierta y funcional.
Las columnas de hierro reemplazaron a los palos desgastados y sostienen con firmeza un techo de planchas de zinc (antes tenían un plástico viejo y roto).
“La comparación de lo que había antes y lo que hay hoy en el terreno nos llena de orgullo. Sobre todo porque este es un trabajo en conjunto. Hicimos mingas para lograr el objetivo final”, expresa Guanoluisa.
Ella recuerda que la organización inició la clasificación de desechos en 2006; pero ella y sus compañeros han dedicado una vida entera a esta actividad.
Esta asociación se convirtió en la primera del país que ya cuenta con Seguridad Social para sus agremiados. En promedio cada jubilado recibe al mes el equivalente a un sueldo básico ($ 394).
“Eso nos satisface, pero queremos que todos nuestros compañeros (20.000 en el país) accedan a estos beneficios, los cuales dignifican nuestra tarea e impulsan a continuar con la limpieza del planeta”.
La gestión
El primer apoyo que recibieron fue del Municipio de Quito. El Cabildo colaboró con la dotación del espacio físico para las labores en el Centro de Educación y Gestión Ambiental (Cegam).
En la actualidad tienen el apoyo de la empresa privada que contribuyó con material para edificar la casa.
Gracias al trabajo desarrollado por los recicladores obtuvieron el material para el mobiliario, las puertas y el techo que están fabricados en polialuminio, que es un producto resultante del reciclaje de los envases de tetrapak.
Precisamente, el gerente de esta empresa en Ecuador, Tiberio Jimbo, reconoce que el país lidera la región en temas de reciclaje de este tipo de material.
De la pulpa de papel se obtiene el polialuminio con el que se construyen techos y puertas. “Solo el año pasado se almacenaron 2.500 toneladas de envases de tetrapak, es decir, el 25% más que en 2017”.
El sustento familiar
Juana Iza lleva más de cuatro décadas en la recolección de materiales reciclables en las escombreras a cielo abierto y en los botaderos. Así mantuvo y crió a sus tres hijos varones.
“Me siento muy orgullosa de mi actividad, porque al igual que otros trabajos es una forma de dignificar la vida de las personas y a mí me ha ayudado a sacar adelante a la familia”.
Juana es parte de la Renarec y entiende que el trabajo solidario con sus compañeros los ayudará a cumplir más sueños.
“Nuestras manos limpian el planeta y con las mismas damos de comer a nuestros hijos. Sabemos que nuestro esfuerzo vale la pena y lo seguiremos haciendo.”
El gremio quiteño hasta el momento tiene 29 socios; 16 realizan sus tareas en el norte de la capital. Los afiliados ayudaron a edificar el nuevo inmueble, que será el punto de unión de los 20.000 recicladores, que en promedio hay a nivel nacional.
En ese espacio de 50 m², aproximadamente, hay una cocina, dos duchas y un espacio para dormitorios.
Allí permanecerán algunos trabajadores que cuidarán el material y evitarán que nuevamente sean objeto de robos como ocurrió meses atrás.
Según la Renarec, en Ecuador se generan 4,1 millones de toneladas de residuos sólidos; el 25% es reciclable. Quito es la ciudad que tiene más potencial.
De acuerdo con la Empresa Pública Metropolitana de Aseo, entre enero y junio de 2018 se recuperaron 1.436 toneladas de residuos reusables: el 56% fue cartón, el 14% papel, el 10% vidrio, el 8% plástico, el 4% polietileno (un tipo de plástico usado en envases) y el 7% chatarra. (I)