Todo tipo de animales puede usar los implementos
La cerdita Elena se hizo famosa en 2016, cuando se organizó una cadena en redes sociales para su traslado a un santuario en Quito. El animalito perdió la movilidad de sus patas traseras luego de que su madre la aplastó, y sus dueños decidieron apartarla para que muriera de hambre. Estaba en El Empalme y unos animalistas la rescataron. Elena finalmente llegó a la capital y recibió una silla de ruedas que le permitió moverse y correr con su nueva familia.
En 2017, Rucu, un cóndor adulto rescatado de la cacería ilegal en Cotopaxi, sufrió la fractura de su pico. Dos veterinarios le diseñaron una prótesis de acrílico, que les llevó dos horas de trabajo, y se la colocaron, lo que le permitió alimentarse normalmente.
A nivel internacional se han conocido casos de prótesis usadas en diversos animales.
En 2015, Grecia, un tucán macho en Costa Rica, perdió su pico en un acto de vandalismo. Luego de varias pruebas, le fue fabricado uno mediante la impresión en 3D.
Lo mismo ocurrió en 2014 en Estados Unidos. Un águila calva norteamericana, posteriormente bautizada como Beauty (Belleza), fue herida por un cazador, que le disparó y le dejó destruida la parte superior del pico.
La tecnología 3D permitió la construcción de una prótesis para el ave.
El estadounidense Derrick Campana se ha hecho famoso debido a los aparatos ortopédicos que ha fabricado para todo tipo de animales. Jabú, un elefante macho de 30 años que vive en Botsuana (África), fue el beneficiado con una prótesis gigante que Campana hizo para una de sus patas. (I)