Quingeo es un tesoro cultural
San Pedro de Quingeo es una parroquia donde el tiempo parece que se ha detenido. Conserva una amplia información cultural, la arquitectura vernácula en sus viviendas sigue latente como un reflejo de la identidad y las costumbres y tradiciones de su gente se manifiestan en el día a día.
Las estrechas callejuelas flanqueadas por casas de adobe dan la bienvenida al lugar, donde debido a la cuarentena se observa a pocos moradores dedicados a las labores agrícolas o al tejido en telar.
Comunidades como Alto Macas, Lladán, Guayrapungo, Caspicorral, Jabaspamba, Allpacruz, Cochapamba Grande, Quinzhaloma, Punta Hacienda y Turupamba, entre otras, conforman la parroquia.
La iglesia se ubica en el centro parroquial, al frente de la plaza principal rodeada por edificaciones que datan del siglo XIX, y mantienen sus fachadas de forma original. Algunas de ellas están deterioradas pero poseen un innegable valor patrimonial.
Su gente es amable y siempre dispuesta a compartir sus conocimientos, sobre todo los adultos mayores que guardan en su memoria desde los recuerdos de su niñez hasta las leyendas que eran contadas por sus abuelos.
José Lata de 83 años, habitante de Cochapamba Grande, rememora que hace más de 50 años no había caminos y el mejor medio de transporte que se usaba eran los caballos.
Recuerda las historias que le narraban sus padres, como la leyenda de la Waca. Se decía que era una mujer rubia, alta y atractiva que se paseaba por las noches en un cerro lleno de árboles llamado La Conferencia. Allí la mujer ofrecía oro a cambio de que le entregaran un niño, por lo que muchas personas, intentando engañarla, se limitaban a dejar en aquel lugar una cría de mascota, para intentar conseguir tan deseada fortuna, pero no lo lograban.
Otra de las leyendas que se cuentan es la de la caja ronca. Cuando una persona moría condenada o su alma envenenada, ocho días después de la sepultura, esta desaparecía junto con su ataúd.
Los deudos solo se encontraban con un olor a azufre, debido a que el diablo llegaba reclamando su alma, desenterraba el cuerpo y lo llevaba hasta el infierno. “Cuentan los moradores que acompañando al ataúd se oían sonidos de cadenas, gritos y lamentos, que se perdían a lo largo de la noche. reseña el Sistema de Información del Patrimonio Cultural del Ecuador (SIPCE) en su plataforma. (I)
La parroquia tiene 10 años como patrimonio nacional
La religiosidad de los quingeños es algo que no se ha perdido. Un relato de David Murillo, promotor de los valores culturales de la parroquia, señala que “muchos años atrás todo era un bosque muy extenso; lo conocían como selva y San Pedro marchaba en procesión por la falta de lluvias y agua; pero por milagro encontraron una acequia que les proporcionó el líquido vital y desde entonces está consagrada a su patrono como San Pedro de Quingeo”.
Quingeo fue declarada el 13 de septiembre de 2009 como Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto de Patrimonio Cultural.
Se destaca la importancia de la zona en la arquitectura propia y característica de la zona. La parroquia está situada en una zona de contenido arqueológico y conserva sus rasgos culturales. (I)