Hace 3 meses, la Casa de Acogida Pumamaqui, que en quechua significa mano de puma, es el hogar de Daniela, de 17 años. Ella junto a otras 17 adolescentes, de entre 12 y 17 años, llegaron al lugar para tratar su adicción a las drogas y retomar su vida familiar y estudiantil.

El centro, con capacidad para albergar hasta 30 adolescentes, fue inaugurado la mañana de ayer en el sector Pusuquí, en el norte de Quito. Betty Tola, ministra de Inclusión Económica y Social, informó que las chicas rehabilitadas en ese espacio superaron la fase de desintoxicación y deshabituación.

“Pumamaqui es la primera casa de este tipo en Quito. Aquí recibirán atención especial en alimentación nutritiva, protección, salud preventiva, desarrollo de un plan de vida y reinserción en el núcleo familiar que permita garantizar activamente sus derechos civiles y favorecer la inclusión social”, señaló Tola. Durante la apertura, algunas de las adolescentes estaban acompañadas de sus familiares.

Miguel Andrade, padre de Karina de 14 años, comentó que es un alivio que funcionen estos lugares en los que las chicas pueden recuperar sus planes de vida estancados por el consumo de drogas.

Andrade contó que su esposa falleció hace 3 años y desde entonces trabaja en jornadas dobles para mantener a Karina y sus 4 hermanas. Él abrazó a su hija y le dijo que luego de 6 meses la espera de vuelta en casa, ubicada en el Valle de los Chillos.

Por su parte, Cecilia Vaca, ministra Coordinadora de Desarrollo Social, indicó que este es un proyecto prioritario frente a la problemática del consumo de estupefacientes que afecta, especialmente, a jóvenes adolescentes; “por ello, el presidente de la República, Rafael Correa, impulsó el Plan Nacional de Prevención Integral del Consumo de Drogas, también se ha reformado el marco legal e institucional para contar con una secretaría técnica, adscrita a la Presidencia y dirigida por el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep)”.

La casa Pumamaqui cuenta con 5 dormitorios, en cada uno hay 3 camas y un baño privado. También un gimnasio y áreas administrativas y deportivas. Según datos del Consep, en el país cerca de 85 mil adolescentes han consumido algún tipo de drogas. Está previsto que las chicas permanezcan en el centro entre 6 y 9 meses mientras completan su tratamiento.

Entre las actividades que recibirán constan charlas con los psicólogos que trabajan en el sitio, compartirán responsabilidades y buscarán su reinserción en el sistema de educación.

Pumamaqui es la primera casa de acogida de adolescentes mujeres en el país. El año pasado se inauguró una en Guayaquil. Se trata de Juan Elías, en honor a un joven que murió por drogas, y solo atiende a varones, entre 12 y 17 años.

Daniela y Karina se conocieron en Pumamaqui. Ellas comparten habitación y juntas tratan de superar esta etapa de su vida. La primera aspira a ingresar al colegio y luego estudiar psicología, mientras que la segunda joven quiere cursar la carrera de Derecho. (I)