¿Por qué las dietas no funcionan?
Los estándares de belleza son un conjunto de características físicas que una sociedad considera como hermoso o atractivo. Esto genera presión social por encajar en estos cánones de belleza y afectan a toda la población, pero principalmente a los adolescentes.
Candela Yatche es psicóloga, activista por la diversidad corporal y fundadora de Bellamente. Ella cuenta que en Argentina es tradición realizar una fiesta al terminar el nivel secundario, donde los jóvenes deben asistir con una determinada vestimenta.
“Teníamos que exponernos con ese disfraz y estaba muy naturalizado bajar de peso muy rápido con procedimientos que no eran sanos, todo para ese día estar de determinada manera (…). Después de un año con mucha obsesión con el cuerpo, tres compañeras empezaron tratamientos por desórdenes alimenticios”, recordó Candela.
Luego de esta y muchas otras experiencias relacionadas a la corporalidad, Candela decidió crear Bellamente. De una cuenta de Instagram nació un proyecto social enfocado en la prevención de los trastornos alimenticios. Esta iniciativa se convirtió en un espacio de diálogo real y virtual donde se replantea la idea hegemónica de belleza promoviendo la auto aceptación. Una comunidad de más de 60 mil personas que trabaja sobre la autoestima y redefinen el concepto de belleza.
“Entender que ningún cuerpo en el mundo es igual. Con lo cual, necesitamos aceptarlos y entender que somos diversos (…), y no hay nada mejor que poder aceptar eso y no tener que estar constantemente intentando encajar en un ideal de belleza que muchas veces, para muchas personas, no es saludable estar y aproximarse a ese ideal”, reflexiona Candela.
Este tipo de iniciativas buscan generar formas más saludables de relacionarnos con nuestro cuerpo, dejando de lado creencias como la cultura de la dieta, que valora la delgadez por encima de la salud. En ese sentido, Nora Falconí, nutricionista clínica de Endocare, explica que restringir los alimentos no es sano para el organismo y no ayuda a perder peso porque no funcionan a largo plazo.
“Estas dietas le pueden ofrecer cosas muy rápidas, que a la larga le pueden dar un resultado inmediato, pero no a largo plazo. Pero a costa de qué, de afectar su salud porque no es una alimentación balanceada. Pueden tener problemas de anemia, quieren bajar de peso, pero por ahí se puede diagnosticar colesterol elevado. Es decir, ciertas otras enfermedades que pueden afectar. Entonces, el dejar de comer no nos ayuda a bajar de peso”, indicó la especialista.
A nivel mundial, entre el 5% y el 13% de la población mundial presenta trastornos alimenticios según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Ecuador, no existen cifras exactas sobre esta problemática, pero es una realidad con la que miles de personas deben lidiar. De hecho, 8 de cada 10 mujeres se sienten insatisfechas con su imagen corporal según el Inventario de Desórdenes Alimenticios (Eating Disorder Inventory, Garner 2004).
Tipos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA):
Anorexia nerviosa: un trastorno que provoca que la persona se obsesione con su peso e ingiera pocos alimentos y realice ejercicio en exceso.
Bulimia: caracterizada por atracones seguidos purgas evitar el aumento de peso, como inducir el vómito o ingerir laxantes.
Vigorexia: cuando la persona se obsesiona por obtener masa muscular y altera su conducta alimentaria con la ingesta exagerada de proteínas y esteroides.
Megarexia: se da en las personas que sufren obesidad, pero se ven a sí mismos como personas delgadas.
Ortorexia: que supone un trastorno obsesivo compulsivo por comer sano, haciendo de la comida el centro de su vida.
Los signos y síntomas para identificar estas patologías incluyen la cirugía estética repetitiva, realizar ejercicio en exceso, depresión de larga duración, carencia de habilidades sociales o desorden de ánimo.
Falconí menciona las afectaciones a la salud física que producen estos trastornos: “Las consecuencias de la anorexia son la desnutrición, desequilibrio hormonal, hipotensión, es decir una presión arterial baja y problemas cardiovasculares. Con la Bulimia tendríamos problemas de desequilibrio electrolítico, deshidratación, que estos a la larga pueden llevar hasta a la muerte a los pacientes”.
Problemas de salud mental
La OMS indica que los TCA son un problema de salud que afecta especialmente a jóvenes de 12 a 24 años, y a menudo, coexisten con la depresión, la ansiedad y pueden generar patologías como el trastorno dismórfico corporal.
Este padecimiento refiere a una persona que está obsesionada con algún defecto percibido en la parte física. Estas imperfecciones pueden ser mínimas o imaginarias. Sin embargo, la persona puede pasar horas al día tratando de corregirla a través de ejercicio extremo, dietas restrictivas y procedimientos quirúrgicos.
Para Antonella Zúñiga, psicóloga clínica, máster en trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, esta patología se desarrolla cuando una persona tiene rasgos de personalidad obsesiva. “Aquellas personas que no cumplen con este estándar, que las redes sociales, la televisión han puesto, sienten la necesidad de aislarse por un lado u obligarse a sí mismo a encajar en este estándar social (…). Esta necesidad de encajar, sumado a una personalidad obsesiva, perfeccionista, puede ser el inicio a una problemática de una dismorfia corporal”, explica.
Zúñiga relata que en la sociedad se expresan muchos refuerzos que opinan sobre el aspecto físico de una persona. Frases como ´está muy gordita´, ´ese niño es feo´, ´está flaquita´, generan una presión sobre todo en los adolescentes. “Ese tipo de refuerzos hace que el adolecente diga: si yo calzo o coincido en esto, que es aceptado, yo también me quiero ver así. Entonces comienzan a distorsionarlo cognitivamente”, manifestó.
Muchos de los pacientes a los que atiende Zúñiga mencionan burlas respecto a su apariencia física en algún momento de su vida, que puede ser en la niñez, adolescencia o adultez. “Hay un alto riesgo suicida, sobre todo porque llega un punto en el que ya no saben cómo controlar esto de la apariencia física y tienen este deseo de acabar con su vida”, añade la psicóloga.
En este sentido, Candela Yatche, fundadora de Bellamente, recomienda a las personas escucharse a ellas mismas para conocer qué es lo que quieren y necesitan en verdad.
“Que puedan repensar si las decisiones que van haciendo sobre sus cuerpos son mandatos sociales o más bien son elecciones personales. Creo que ahí hay mucho trabajo interno para decir bueno esto lo hago porque quiero o lo hago porque me dicen que lo tengo que hacer (…). Que entiendan que es un proceso de subes y bajas, que no es tan fácil amarse en un segundo, pero que se puede lograr”, sostiene Candela.
No hay una receta mágica, ni una manera de hacer las cosas para sentirnos mejor con nuestro cuerpo, pero es necesario focalizar en que cada persona pueda elegir cómo vivir, sin miedo a los prejuicios.