El aborto siempre ha sido un tema polémico y la mayor parte del debate se lleva adelante sin información real. Con esto en mente, la agencia de publicidad La Incre -enfocada en fines sociales- desarrolló la campaña “Gafas para ver la realidad” que usó la tecnología de la realidad virtual para que los asambleístas puedan escuchar las vivencias de niñas que fueron violadas y quedaron encinta.

Me invitaron junto a otras personas a hacer una prueba. Me puse estas gafas. Vi y escuché estas historias.

Nelly, 11 años, violada por su padre. Tuvo que parir contra su voluntad. El parto natural casi la mata. Mariana, 17 años, violada por su empleador, obligada por él a un aborto clandestino. Murió por una infección.

Lucía, 13 años, drogada y violada en grupo por compañeros de colegio en casa de una amiga. Lucía tuvo un aborto médico, pero no todas las mujeres son como Lucía. Gladys, quien vive con el 68% de discapacidad fue golpeada desde niña por su padre, a los 17 años fue violada  por un vecino y pese a su discapacidad, y a que en esa circunstancia la interrupción de un embarazo es legal, ningún centro de salud quiso practicarle un aborto.

Marcia, violada desde muy pequeña por su primer padrastro y luego por la segunda pareja de su mamá. Quedó embarazada a los 15, fue a una casa de acogida, pero tuvo que salir de allí cuando cumplió 18 años.

Todas las niñas que hablan usan nombres protegidos, pero son testimonios que conozco. Un par de ellos, incluso, los viví de cerca.

Hubo un momento en que ya no pude respirar, pues esta experiencia es un puñetazo de realidad. Casi 14 mil violaciones fueron reportadas en los últimos tres años. Más de la mitad, fueron cometidas contra niñas menores de 10.

El 2 de julio La Incre llevará esta herramienta virtual a la Asamblea Nacional para que los legistas se pongan las gafas y conozcan estas historias. Si los ellos todavía no lo tienen claro, esta experiencia se los va a dejar clarísimo: no pueden seguir siendo cómplices de tortura. (O)