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Plantel repotenciado beneficia a 834 alumnos
Los estudiantes Katherine Verdesoto y Oswaldo Arreaga acompañaron al ministro de Educación, Fander Falconí, a recorrer las remodeladas aulas y laboratorios del Colegio de Bachillerato Febres Cordero.
En el establecimiento 834 alumnos del sector del suburbio oeste de Guayaquil cursan el bachillerato técnico. En 2014 empezó la transformación. El Gobierno Nacional invirtió $ 1’800.000.
Falconí recordó que hace tres años Diario EL TELÉGRAFO informó que los laboratorios y aulas no habían sido renovados desde que se fundó el plantel (1987). Carecían de computadoras y salones (en buen estado). “En ese entonces merecían el calificativo de ‘jaulas’”.
En la actualidad, el centro posee una capacidad para 1.200 estudiantes en sus dos jornadas (matutina y vespertina); y una plantilla docente de 45 profesionales.
También hay 15 aulas con mobiliario nuevo, un bloque administrativo, dos laboratorios modernos con equipamiento, una biblioteca nueva, una cancha cubierta, áreas verdes, bar, 10 talleres técnicos y un bloque de baterías sanitarias.
Julia Robinson, rectora del colegio, explicó que los alumnos de primero y segundo año de bachillerato reciben 10 horas de formación técnica; y los de tercero, 25 horas.
Ella indicó que los alumnos se especializan en electrónica, instalación de equipos y máquinas eléctricas, mecanizado y construcción de metálicas, electromecánica automotriz e industrias de la confección.
En esta última especialización los colegiales de costura diseñan ropa y uniformes. Ellos elaboran las prendas para instituciones de Orellana.
Según Robinson, los planteles técnicos deben atender y servir a la comunidad. “La educación técnica es la base que sostiene la producción del país”. El 35% de la formación del bachillerato es técnico.
Melani González, de 17 años, junto con otros tres adolescentes, aprende en el taller de electricidad desde cambiar una bombilla de luz hasta manejar circuitos. Están en tercero de bachillerato. “Me gusta lo que me enseñan porque lo practico en mi casa. Los profesores nos tienen paciencia. Somos las únicas del salón y los demás son varones”.
Melani adelantó que cuando se gradúe estudiará en un instituto técnico de la ciudad. “Después quiero convertirme en una ingeniera eléctrica y trabajar para la Empresa Eléctrica”.
Johan Aguayo, de 14 años, cursa el segundo de bachillerato y recibe clases en electromecánica automotriz. Él agradeció las mejoras.
Bachillerato técnico productivo
Durante la inauguración del repotenciado colegio, anunció la implementación del bachillerato técnico productivo, que empezará con el ciclo Sierra.
Él explicó que la modalidad consiste en aumentar un año de estudios al bachillerato convencional con la finalidad de que los estudiantes accedan al trabajo. “Tras un año intensivo tendrán una certificación laboral y de competencia que permitirá insertarse al mundo laboral”.
Asimismo, reveló que hay un interés del presidente Lenín Moreno por potenciar la formación técnica y tecnológica. “La inauguración de la repotenciación es parte de ello, pero también queremos engranar de mejor manera el bachillerato técnico con el productivo”.
El funcionario adelantó que se inaugurarán 74 unidades. En el país funcionan 1.104 instituciones fiscales que ofertan la modalidad de bachillerato técnico. En Guayaquil, Durán y Samborondón hay 87 establecimientos. (I)