El Plan Toda una Vida conmemoró la semana del cuidado al adulto
Con el objetivo de lograr el bienestar de los adultos mayores del país en situación de vulnerabilidad y en condiciones de pobreza extrema, hace un año, el Gobierno Nacional puso en marcha la misión Mis Mejores Años, cuya ejecución es coordinada por la Secretaría Plan Toda una Vida (SPTUV).
Como parte del trabajo que se realiza para impulsar esta misión, cuyo objetivo es garantizar el cumplimiento de los derechos de los adultos mayores, del 1 al 5 de octubre, por iniciativa de Rocío de Moreno, presidenta del Comité Plan Toda una Vida, varios ministros de Estado se desplazaron al territorio.
Ellos visitaron los hogares de este grupo de atención prioritaria para compartir momentos de solidaridad y alegría, como un homenaje por el Día del Adulto Mayor que se conmemoró el 1 de octubre.
“Incentivamos a todos los ministros para que salgan al territorio, que visiten casos identificados por la brigada Las Manuelas para que conozcan sus necesidades y desde sus competencias contribuyan a mejorar su calidad de vida, brindándoles apoyo integral a ellos y sus familias”, señaló Rocío de Moreno.
El miércoles 3 de octubre, la presidenta del Comité Plan Toda una Vida visitó en Quito el hogar de María Cotacuago y Clemente Guaranda. Ambos adultos mayores, con más de 70 años, volvieron a ser padres cuando asumieron la responsabilidad de cuidar a sus nietos.
La rutina de María empieza a las 04:30, hora en la que se levanta para atender a los niños y después prepararse para ir a trabajar en uno de los mercados de Quito junto a su esposo. Ella desgrana fréjol, habas o cualquier otro grano y su esposo es estibador; cada uno semanalmente percibe cerca de $ 10 con lo que pagan el arriendo de la habitación donde viven, visten a sus nietos y los alimentan.
Después de identificar las condiciones de extrema pobreza en las que viven estos dos adultos mayores, se inició una intervención integral de varias instituciones del Estado, coordinada por la Secretaría Técnica Plan Toda Una Vida.
Brigadistas de Las Manuelas levantaron el Registro Social 2018, una ficha de información que refleja la situación social y económica del núcleo familiar para que pueda beneficiarse de los distintos programas y servicios del Gobierno.
Los niños fueron cedulados por el Registro Civil e inscritos en la escuela, y el más pequeño ingresó al Centro de Cuidado Infantil. Además, se coordinó con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) para que puedan beneficiarse de una casa como parte de la misión Casa para Todos y el Médico del Barrio brindó atención de salud en su domicilio a toda la familia.
“Este caso nos apena muchísimo, hemos podido conocer a estos abuelitos extraordinarios que se han hecho cargo de sus nietos, por eso estamos aquí para brindarles un apoyo integral por parte de distintas entidades del Estado. En noviembre esta familia recibirá una nueva casa en el proyecto habitacional Huarcay, al sur de Quito, para que tengan una vida digna”, expresó Rocío de Moreno.
“Estoy feliz y agradecida por el apoyo que hemos recibido”, dijo María, quien a sus 72 años muestra gran vitalidad y fortaleza para cuidar a sus nietos. “Espero que algún día, cuando sea más viejita, ellos cuiden de nosotros”.
Hasta septiembre de este año, 100.720 adultos mayores fueron habilitados para el incremento de la pensión del adulto mayor, según datos del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). Muchos de ellos también recibieron la visita de varios ministros de Estado.
En la capital, Isabel Maldonado, secretaria técnica del Plan Toda Una Vida, el martes 2 de octubre visitó a Luis Ayala, de 78 años, quien sufrió un derrame cerebral y vive al cuidado de su esposa Beatriz Erazo. “Estoy muy contenta de que visiten nuestro hogar y nos brinden tiempo de calidad”, manifestó Erazo.
“El Gobierno Nacional trabaja por el bienestar de los adultos mayores, sin embargo, es importante la corresponsabilidad y el rol que desempeña toda su familia en su cuidado y protección”, enfatizó Maldonado durante la visita a este hogar.
En Guayaquil, Dolores Torres, adulta mayor, con 85% de discapacidad física, recibió en su casa, ubicada en la Isla Trinitaria, a Andrea Sotomayor, secretaria del Deporte, quien llegó acompañada de instructores del programa “Ecuador Ejercítate” para realizar actividades de recreación y ejercicios de flexibilidad.
“Es un gusto conocer a una mujer tan maravillosa que da el ejemplo de lucha frente a las adversidades. Una abuelita llena de optimismo y con ganas de disfrutar cada minuto de su vida”, dijo Sotomayor.
Los voluntarios brindan tiempo de calidad a los adultos mayores
El presidente Lenín Moreno junto a su esposa Rocío González, el viernes 5 de octubre, compartieron un tiempo solidario con 107 adultos mayores del Centro Residencial de la Fundación Clemencia Sofía Ratinoff en Guayaquil.
“Quisimos hacer de los últimos años de la vida de una persona sus mejores años, y por eso la misión tomó el nombre Mis Mejores Años, que deben ser aquellos en que los viejecitos se encuentren con el agradecimiento de una sociedad que reconoce todo lo que hicieron en beneficio del país”, indicó el Primer Mandatario.
En este centro, 42 voluntarios visitan a los abuelitos periódicamente a quienes les apadrinan y les brindan tiempo de calidad. “Mi trabajo como comunicadora social me permitió conocerlos y ha sido una de las mejores experiencias de vida. Los padrinos los visitamos, conversamos y estamos pendientes de ellos. Como voluntarios pensé que nosotros seríamos quienes contribuiríamos para su bienestar, pero ha sido todo lo contrario, nosotros aprendemos más de ellos a través de su experiencia de vida”, indicó Diana García, voluntaria.
Para muchos de los adultos mayores que viven en el centro, los padrinos son los únicos que los visitan. “Me impactó la historia de Carmen, con más de 80 años, ella fue rescatada de la calle. En este centro encontró una nueva familia, pues la suya la abandonó”, comentó García.
Luis Jiménez, mentalizador de esta iniciativa denominada “Baúl de Corazones”, cuenta que el apoyo que se brinda a los adultos mayores no solo es económico. “En esta edad ellos esperan atención y amor, la contribución monetaria queda en segundo plano”.
Con esta labor, Jiménez demuestra el agradecimiento por el apoyo que ha recibido por parte de los ecuatorianos, desde que llegó de Venezuela, su país de origen.
“Por mi trabajo como periodista, siempre estuve vinculado con las causas sociales. Siempre me ha gustado trabajar en beneficio de los adultos mayores. Tuve la oportunidad de apadrinar a Gertrudis, una abuelita de más de 80 años, que ya falleció. Durante el tiempo que la conocí aprendí mucho de ella y la acompañé hasta sus últimos días. Esta experiencia es maravillosa”. (I)
Especial para El Telégrafo