Un test analiza las capacidades de los jóvenes de 15 años
En abril de 2014 se suscribió el convenio entre la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y el Gobierno Nacional, que formalizó el ingreso oficial de Ecuador en las pruebas PISA, cuyas siglas significan “Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos”.
Por medio de este test se mide a estudiantes de 15 años la calidad, la equidad y la eficiencia de la educación escolar, en tres áreas: lectura, matemática y ciencias.
Además intenta responder a tres preguntas básicas: ¿Están los estudiantes adecuadamente preparados para enfrentarse a los retos que les depara el futuro? ¿Son capaces de analizar, razonar y comunicar con eficacia sus ideas? ¿Saben cuáles serán sus intereses profesionales a lo largo de su vida?
El Programa para la Evaluación de Alumnos de la OCDE (PISA) tiene como objetivo medir hasta qué punto los estudiantes de 15 años se encuentran preparados para afrontar los retos que les planteará su vida futura.
Se ha elegido esa edad porque, en la mayoría de países, se acercan a la culminación de los 10 años de educación básica y, por tanto, una evaluación realizada en ese momento permite obtener una idea bastante aproximada de los conocimientos, habilidades y aptitudes que se han acumulado a lo largo del período educativo de unos 10 años.
PISA evalúa a los alumnos con un enfoque amplio que, si bien refleja los cambios más recientes de la materia curricular, va más allá del enfoque centrado en la escuela para orientarse hacia la aplicación de los conocimientos a las tareas y los retos cotidianos.
Las pruebas PISA evalúan las competencias lectoras, matemáticas y científicas. El paso dado es trascendente para Ecuador, porque “lo que no se evalúa se devalúa”.
En 2017, 6.500 jóvenes ecuatorianos rindieron las primeras pruebas PISA de la historia. A fines de 2018 se conocerán los primeros resultados. (I)