La desnutrición que se la asociaba décadas atrás directamente con la pobreza, se transformó en una tendencia a la obesidad que no distingue situación económica. En Ecuador, según la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) del 2012, cada vez es más frecuente que la población infantil de hasta 5 años tenga sobrepeso. En el estudio realizado existe una prevalencia del 32,6% de la población de hasta 2 años que tiene retardo en la talla y 25,7% de esa misma edad sufre un riesgo de caer en sobrepeso. Manuel Peña, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ecuador, habla sobre el tema.

¿Cómo está la situación nutricional en el país?
La situación nutricional mejoró en la última década. Antes había un predominio de enfermedades de deficiencias severas, de desnutrición aguda que se convertían en la primera causa de muerte infantil, pero ello cambió mucho y desapareció.

¿Mejoró la forma de alimentarse?
Lo que lamentablemente estamos viendo en Ecuador y en el mundo en general es hay una tendencia cada vez mayor a que la población infantil sea obesa, y no solo en aquella que tiene mejores condiciones económicas y de acceso, sino de todos los estratos sociales, y esto se debe a que se ha cambiado, de manera súbita, el patrón alimentario debido a la cantidad de gaseosas que consumen los niños, comparada con la mínima ingesta de agua o de leche en el día. Hay también un consumo exagerado de azúcar y golosinas que desplazan alimentos muy nutritivos como las frutas, los vegetales o los cárnicos.

¿Cuál es el principal factor de estos cambios de hábitos?
La industria se dedica a vender y ellos tienen mecanismos muy fuertes de publicidad que inciden directamente en los consumidores. Todos los productos que ofertan son procesados y listos para comer y así ‘facilitan’ la vida de las personas, pero les están restando a la salud y el estado nutritivo de la población en general.

¿El etiquetado en los envases ayuda a frenar esta situación?
Sí, sobre todo para instaurar un reglamento que impida que en los bares escolares se expendan productos con etiquetas rojas y los reemplacen por frutas, verduras y jugos naturales.

¿Debe establecerse una campaña de educación?
Todo debe ir de la mano y sobre todo una correlación entre padres, profesores y alumnos para que todo el proceso de nutrición sea sustentado desde la primaria hasta la universidad. Si los bares no expenden comida chatarra y además existen espacios para el ejercicio se asegura que las personas tendrán mejores hábitos alimenticios.

¿Cuál es el mecanismo adecuado para tratar la obesidad infantil?
La mayoría de los infantes con este problema han tenido un proceso de desnutrición previa y de forma temprana en la vida que generalmente comienza con bajo peso al nacer. En esos casos, el mecanismo ideal para que ellos mejoren no es una dieta estricta porque eso les afecta en el crecimiento físico, intelectual y hasta sicológico. Lo que se debe hacer es que ellos coman alimentos naturales y restringir todo lo que son golosinas y productos procesados que llenan, pero solo de calorías, mas no de nutrientes.

¿Hace mucho tiempo la gordura dejó de ser sinónimo de salud?
Sí y ahí es donde aparece la anemia, que sumada a la obesidad dan como resultado personas que son desnutridas pero gordas, porque están deficientes de nutrientes, minerales y tienen exceso de peso. Ellos tienen doble riesgo de anemia, y si son niños, influye en la capacidad para el aprendizaje, pero también en el crecimiento físico, porque no están alimentándose como necesitan.

¿La mala nutrición comienza en la etapa de formación?
El tema nutricional no puede empezar solo desde el primer chequeo que se hace a un niño, sino desde el mismo instante de la concepción. Si una niña de 16 años sale embarazada, aunque coma bien su reserva personal de nutrientes es limitada porque tendría otro cuerpo que compite con el de ella, que no ha finalizado el crecimiento y para evitar eso es necesario prevenir el embarazo en la adolescencia.
 
¿Parte de la prevención es la alimentación exclusiva de leche materna hasta los 6 meses?
Obviamente, eso debe estar bien instaurado en todas las madres, porque no solo se potencia la relación afectiva con el neonato sino que se le traspasa así todos los nutrientes que requiere y que a esa edad lo obtiene solo de la leche materna. A los 6 meses se deben introducir nuevos alimentos, pero siempre naturales, no las compotitas, que son chatarras.

¿Cuáles son los factores asociados a la desnutrición?
En primer lugar está el elemento educativo de la mujer y se enfoca en ella porque tradicionalmente es la que ha estado más cercana a los hijos y a la elaboración de alimentos. Otro problema es la vivienda saludable, que no puede ser tal si no hay inodoro y agua potable, porque en esos casos aunque se alimenten bien pueden producirse diarreas que generan  desnutrición. Otro aspecto es el ingreso económico de la familia, porque si es limitado puede destinarse a otras cosas y no para una alimentación adecuada; y finalmente la falta de seguridad alimentaria en las poblaciones.