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Pareja trans registra a su hijo anteponiendo el apellido materno
Sununú (‘revolución del amor’ en guaraní) es el nombre que decidió poner a su hijo la pareja de transexuales Diane Rodríguez y Fernando Machado.
Rodríguez (quien nació hombre, pero se identifica con el género femenino) y Machado (quien nació mujer, pero se identifica con el género masculino) realizaron el trámite para inscribirlo en el Registro Civil del centro de Guayaquil.
Sununú, quien tiene 5 meses, es el primer bebé de las familias diversas de Ecuador en llevar en otro orden los apellidos, primero el materno y segundo el paterno.
El cambio lo permite el artículo 37 de la nueva Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles, aprobada en enero de 2016. La norma reza: “El padre y la madre, de común acuerdo, podrán modificar el orden de los apellidos al momento de la inscripción”.
Rosemary Ponce, coordinadora de la oficina técnica del Registro Civil del Guayas, explica que el orden se escoge a partir del primer hijo y se lo deberá mantener en los próximos vástagos.
La inscripción -agrega la funcionaria- es realizada bajo las condiciones biológicas de la pareja.
Rodríguez y Machado tomaron la decisión con el fin de que prevalezca el derecho de quien lo gesta.
Ella reconoce que les tomó cuatro meses decidir, porque al llevar primero el apellido Machado se pierde el de Rodríguez. “Pensamos en que el primer hijo podía tener los apellidos Rodríguez Machado y el segundo Machado Rodríguez, pero la ley no lo permite y eso complicó nuestra decisión”.
Ellos esperan que las familias heterosexuales empiecen a plantearse la posibilidad de que el apellido materno vaya primero. “Buscamos que se abra un debate y se decida como un acto de amor el nombre que debe estar primero”.
Beneficios
Claudia Zambrano, directora del colectivo Madres Lesbianas de Ecuador, asegura que la ley es beneficiosa para las mujeres. “Es una ley que nos exalta y nos hace ver de una manera diferente. Ayuda a que se nos valore y se nos trate de forma igualitaria”.
La activista agrega que la opción de priorizarlos ampara a las familias diversas y evita la discriminación de género. Zambrano, quien es madre, no descarta acogerse a la ley cuando vuelva a tener otro hijo.
Por su parte, Billy Navarrete, secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, expresa que esta normativa reconoce los perjuicios del patriarcado, más allá de que se respete la diversidad sexual. “Culturalmente es significativa la decisión, porque al anteponer el apellido masculino se valora más al hombre”.
El que una pareja diversa sea la primera en iniciar estos trámites -comenta- motiva que más parejas repitan la práctica. “No resta, suma efectos culturales de equidad”.
Asimismo, la Ley Orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles, que entró en vigencia el 3 de agosto, permite el registro de género en vez de sexo.
Hasta el momento, 113 personas realizaron el cambio en su cédula en cuatro ciudades. El artículo 94 de esa ley establece: “Voluntariamente, al cumplir la mayoría de edad y por una sola vez, la persona podrá sustituir el campo ‘sexo’ por el de ‘género’”. (I)