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Pacientes con párkinson controlan el trastorno

Carlos Gonzalo Rodríguez, de 70 años, comparte paseos con su familia, gracias a que hace siete años le implantaron un estimulador cerebral.
Carlos Gonzalo Rodríguez, de 70 años, comparte paseos con su familia, gracias a que hace siete años le implantaron un estimulador cerebral.
Foto: Miguel Castro / EL TELÉGRAFO
11 de abril de 2019 - 00:00 - Redacción Sociedad

Gonzalo Rodríguez, de 70 años, padece párkinson hace dos décadas. Cuando tenía 50 empezaron los primeros temblores en sus manos y los inconvenientes para caminar lo alejaron de sus paseos en familia y visitas al estadio de Barcelona (Guayaquil).

“Ya no podía cepillarme los dientes ni usar los utensilios para comer. Mis manos y mis piernas no dejaban de temblar. Perdí totalmente la autonomía”.

En la actualidad, Gonzalo nada, sale a pasear con sus hijos y nietos y hasta baila con su esposa Ángela, quien cuida de él.

Hace siete años su vida dio un giro después de que le implantaran un estimulador cerebral profundo que controla sus impulsos.

El dispositivo le permite reducir sus temblores. Fue la primera persona en ser operada en el Hospital Teodoro Maldonado (de Guayaquil).

El neurocirujano de la casa de salud, Henin Mora, explicó que la enfermedad neurodegenerativa no tiene cura, pero se puede controlar; al inicio con medicamentos y luego con el implante del dispositivo, según el caso.

El citado síndrome ocupa el segundo lugar entre las patologías neurodegenerativas. Su incidencia está por debajo del alzhéimer.

Los pacientes presentan  sintomatología motora (temblores y rigidez en sus partes) y no motora  (insomnio, ansiedad, depresión, inapetencia).  Los niveles de la enfermedad se representan por grados; es decir, 1 si presentan pocos síntomas y 4 o 5 cuando son severos.

Siempre activos
Hace cuatro años nació en Guayaquil el grupo de apoyo “Yo fluyo con párkinson”, que tiene a 120 personas -entre hombres y mujeres- de distintas ciudades.

La neuróloga Rocío Santibáñez asegura que el número de usuarios aumentó en los últimos años.

Los grupos de apoyo se han consolidado porque son un refuerzo, pues crean una red de sostén psicológico.

“Ellos se apoyan cuando alguien no tiene una medicina. Fortalece la relación  con su médico”.

Además, en los encuentros que mantienen aprenden pintura, tai chi, bailoterapia, jardinería y otras actividades.

Para Norma Valarezo, de 56 años, ser parte de “Yo fluyo...” ha hecho que sienta que no está sola en su lucha contra la enfermedad, que en su caso empezó hace una década tras el diagnóstico. “Me ha ayudado porque veo que no soy la única. Aquí puedo interactuar con los demás y entender mejor la afección”.

Hace tres años asiste a las actividades que dos veces al año realiza la organización   sin fines de lucro.

Norma, en ocasiones, tiene sensaciones extrañas: experimenta que su pie se halla pegado al suelo.

Uno de sus mayores temores es perder su habilidad de comunicarse. Esto debido a que el lenguaje se ve afectado durante el desarrollo de la patología. Valarezo es psicóloga, carrera que aún ejerce.

“Antes impartía conferencias, pero tuve que dejarlas porque tengo problemas al pronunciar palabras terminadas en ar. En la empresa me han permitido continuar con mi profesión”.

Para controlar los síntomas toma terapia física, ocupacional y de lenguaje en el Hospital del Día Efrén Jurado, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.

Joba, de 63 años, también es parte del grupo de apoyo. Su hija Martha Vera, quien está dedicada a su cuidado, reconoce que con la ayuda de los especialistas aprendió los ejercicios que necesita su madre. “En casa le realizó los estiramientos para que sus manos y piernas no se entumezcan”.

La mujer fue diagnosticada con la enfermedad hace 25 años. En la actualidad usa silla de ruedas para desplazarse a sus consultas médicas y terapias.

El sábado, para conmemorar la fecha, los usuarios recibirán clases de gimnasia especializada, boxing (sin contacto físico) y coaching.

La actividad se realizará en el Parque Lineal de la Kennedy Norte, desde las 10:00.

En el Hospital General Los Ceibos son atendidos 167 pacientes. En 2017 recibieron  55 casos; mientras que en 2018 registraron 122 personas, cuya mayoría tiene de 45 años en adelante.

Luis Yépez, responsable del servicio de Neurología del Hospital General del Norte de Guayaquil Los Ceibos, señala que ellos reciben tratamiento integral, a través de los siguientes servicios: Neurología, Psicología, Fisiatría y Terapias de Rehabilitación: física, lenguaje, ocupacional y también psicológica. (I)   

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