Un paciente con covid-19 recibe hasta 5 fármacos
Carola Ortiz, de 62 años, es una sobreviviente del covid-19. Durante diez días estuvo ingresada en el Hospital Los Ceibos, de Guayaquil.
Allí, relata, fue atendida por un equipo de médicos y enfermeras que usaron desde oxígeno hasta paracetamol, anticoagulantes, azitromicina e hidroxicloroquina, para combatir los efectos del virus en su organismo.
Estos dos últimos fármacos permitieron bajar el nivel de replicación viral y evitar la formación de trombos que le causarían un infarto.
Durante su estancia la falta de un fármaco (la hidroxicloroquina) no detuvo su progreso. Sus familiares tuvieron que conseguirla fuera de la casa de salud.
“A pesar de esta dura experiencia debo destacar la excelente atención que recibí por parte de los doctores”.
El 9 de abril Carola fue dada de alta y hoy disfruta con su familia en casa e incluso se incorporó al teletrabajo como docente.
La administración de estos fármacos junto con el uso del plasma convaleciente, son parte de los tratamientos experimentales que se usan en Ecuador para salvar a los pacientes con coronavirus.
Según el viceministro de Gobernanza y Vigilancia en la Salud del Ministerio de Salud, Xavier Solórzano, no hay ningún tratamiento específico para el covid 19 en el país y en ninguna parte del mundo. No obstante, señala que se está intentando con anticoagulantes, tratamiento con plasma y antinflamatorios con resultados en general aceptables. “Lo más importante es hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad para evitar complicaciones”.
Limberg Vásquez y su esposa Isabel Álava, recibieron toda la medicación tras ser hospitalizados. “No tuvimos que comprar nada. Mis padres recibieron la azitromicina y la hidroxicloroquina, que los ayudó a recuperarse y regresar a casa”, recuerda Santiago, uno de sus hijos.
En la actualidad, Solórzano aseguró que se desaconseja la administración de la hidroxicloroquina, antiparasitario contra la malaria, por sus efectos adversos como arritmias y paros cardíacos.
Luis Chantong, médico internista del Hospital Los Ceibos, explicó que el tratamiento médico es individualizado y depende de la evolución clínica del paciente.
Este se basa en la optimización de la hidratación, control de estabilidad hemodinámica, trombo profilaxis, cobertura antibiótica para gérmenes asociados, antivirales, corticosteroides, antipiréticos, oxigenoterapia; siguiendo las guías y protocolos de manejo nacional e internacional.
De acuerdo con Chantong los tratamientos consisten en ofrecer antivirales para controlar el virus; antiinflamatorios (corticosteroides) para poner bajo control la inflamación que ocasiona el virus y la trombo profilaxis para disminuir el riesgo de la formación de trombos en los vasos sanguíneos. Además de dar soporte mediante la oxigenoterapia, ventilación mecánica, antipiréticos y nutrición.
A nivel privado se aplican otros medicamentos. Alberto Campodónico, jefe de cuidados intensivos de la clínica Kennedy Alborada, utiliza ivermectina, medicina probada contra parásitos y algunos tipos de infecciones, para bajar la replicación del virus covid-19.
También usa la estreptoquinasa y la estreptodornasa (Mutose), que administra en combinación con la azitromicina e hidroxicloroquina a fin de disminuir la velocidad para duplicarse el virus en el organismo y prevenir la coagulación o trombosis. Cuando se suministra en los primeros días de incubación del virus, el paciente evita complicaciones como neumonía y ser hospitalizado. El Mutose es un antinflamatorio de origen biológico para contrarrestar la formación de edemas y ayuda a la expectoración, asegura Fabricio Peñaherrera, gerente general del Grupo Asielpharm.
En China, la medicina tradicional combinada con la occidental ha sido efectiva, así como el interferón alfa-2b humano recombinante, producido entre el país asiático y Cuba, que ha reducido la mortalidad. (I)