Las nuevas orquídeas viven sobre los árboles
De las 40 nuevas especies de orquídeas registradas por los investigadores en el continente americano, 17 se encuentran en territorio ecuatoriano y todas son del género Epidendrum.
Los nombres de las nuevas especies están relacionados con los lugares donde fueron encontradas y con personas que cuidan de las mismas.
Así, por ejemplo, se bautizó como Epidendrum morochoi en homenaje a Servando Morocho, quien es el responsable del orquidario de la Universidad de Cuenca (Azuay) y el artífice de la presentación de la planta a los investigadores.
La especie Epidendrum geminiochraceum fue encontrada a 2.881 msnm en la provincia de Cotopaxi, mientras que a Epidendrum integrinanum se la colectó en el cantón El Pangui de Zamora-Chinchipe. En esa provincia también se descubrió a E. tundaycirrhatum hallado en la localidad de Tundayme.
La investigadora ecuatoriana Marcia Peñafiel, quien fue parte del estudio, afirma que las orquídeas son plantas fascinantes, cuyo fin es ser atractivas a los polinizadores para así perpetuar la especie.
Su versatilidad hace que estas flores puedan desarrollarse y crecer en casi todos los ambientes de la Tierra gracias a su adaptación a diferentes tipos de climas.
Peñafiel recalca que dentro del género Epidendrum existen alrededor de mil especies en el mundo, que se caracterizan por la presencia de grandes inflorescencias (agrupaciones de flores diminutas) en un mismo tallo y de una forma muy elaborada.
La especialista considera que las orquídeas son uno de los grupos más vulnerables por la destrucción y modificación de los bosques debido a su lento crecimiento.
Por ello recalca la necesidad de incrementar las zonas de protección ambiental.
Según la Comisión Nacional para el conocimiento y el uso de la biodiversidad de México (Conabio), los factores externos como el agua, la luz, la humedad y el viento tienen un efecto en el lugar o distribución que ocupan las orquídeas en el árbol y la cantidad de individuos.
Además, señala, que por ser orquídeas epífitas (que crecen sobre el árbol) consiguen el agua a través de la lluvia que resbala en los troncos o ramas de los árboles, del rocío, o también de la humedad que se retiene en la materia orgánica que se acumula en sus raíces.
Poseen aberturas microscópicas en sus hojas, conocidas como estomas, a través de las cuales intercambian oxígeno y bióxido de carbono con el medio ambiente, que le ayuda a fabricar su alimento.
Un impulso turístico
Para la ambientalista Silvia Sánchez, las orquídeas son un elemento primordial para los científicos e investigadores, así como una oportunidad para el desarrollo económico de las comunidades y del país.
“Ecuador es un país de orquídeas y es un recurso turístico al que se apuesta”.
Se estima que de las 25.000 especies de orquídeas que existen en el mundo, aquí prosperan 4.209 y de estas 1.714 son endémicas (que no existen en ningún otro lugar).
Además el territorio nacional alberga a cuatro de las cinco subfamilias que tienen las orquídeas. (I)