La Organización Mundial de Salud (OMS) indicó que la población en el planeta está consumiendo demasiada azúcar y que las personas deben reducir esa ingesta a menos del 10% del consumo diario de energía.

Nuevas directrices fueron publicadas este miércoles, que reafirman las que ya recomendaba la organización y que sugieren además otras mucho más radicales.

El reporte se enfoca en los azúcares añadidos en los alimentos procesados, así como en los endulzantes de la miel, jarabes y jugos de frutas.

La publicación no habla de azúcares en frutas frescas, verduras ni leche, porque no hay evidencia de efectos adversos producidos por su consumo.

Según las nuevas directrices, los azúcares no deberían sobrepasar el 10% de la ración energética diaria de la población, tanto en adultos como en jóvenes y niños. Se trata del equivalente a 50 gramos de azúcar (unas 200 calorías), lo que cabe en 12 cucharaditas.

No obstante, la OMS considera que sería conveniente no sobrepasar el 5% (unos 25 gramos o seis cucharaditas) de la ración energética diaria, "para obtener beneficios adicionales para la salud".

La organización también alerta de que una gran cantidad de los azúcares consumidos hoy están "ocultos" en alimentos que no son considerados "dulces" en sentido estricto, como salsas y refrescos. Así, una cucharada sopera de ketchup (salsa de tomate) representa 4 gramos de azúcar ocultos, y una lata de soda puede contener hasta 40 gramos, el equivalente a unas 10 cucharaditas.

Sin embargo, algunos expertos consideran que el objetivo de 10% es más realista para países desarrollados y que la cifra de 5% está dirigida más a países pobres en los que la higiene dental no es suficiente para prevenir caries ni problemas de salud más severos.

Entre las medidas que propone la OMS para reducir la ingesta de azúcares constan un mejor etiquetado de los alimentos. También convendría que hubiera menos "campañas publicitarias con los niños como público objetivo, para productos con gran contenido en este tipo de azúcares", señala el reporte.

Por último, la OMS recomienda a los países que se "comprometan en el diálogo con las industrias agroalimentarias para que reduzcan los azúcares ocultos en la composición de sus productos".

Algunos países ya reaccionaron ante el exceso de azúcar, como Ecuador, que obliga a los industriales a poner un logotipo de color (semáforo) sobre los productos alimenticios, en función de la cantidad de grasa o de azúcar que contienen.

Según un estudio publicado en enero, algunas enfermedades no transmisibles, como la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardíacas, causan cada año 16 millones de muertes prematuras en el mundo. Y algunas de esas dolencias son el resultado de una mala higiene de vida, como el abuso de alcohol, el tabaco o una mala alimentación, demasiado rica en grasas o en azúcar.

LEA LAS DIRECTRICES DE LA OMS SOBRE CONSUMO DE AZÚCARES