Esfuerzo cardiaco es mayor en las personas obesas

Cuando Jean, de 45 años, sobrevivió a un ataque cardíaco se prometió dejar de consumir frituras, endulzar el café y los jugos de forma exagerada, lo que hacía a diario.

Reconoció que llegó a pesar 400 libras cuando su estatura no superaba el 1,50 m. Ese estado lo obligaba a caminar despacio, pues se cansaba cuando subía a un bus o avanzaba unas cuadras hasta su casa. “Comía muy mal y eso casi acaba con mi vida. Aunque me cuesta, yo sé que debo cambiar”.

Casos como el de Jean son frecuentes. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardíacas en Ecuador son la principal causa de muerte después de los accidentes de tránsito.

Este sábado 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón. Julio Macías, cardiólogo del hospital Abel Gilbert Pontón, de Guayaquil, aseguró que mantener un peso por encima de lo adecuado -según la estatura de una persona- hace que trabaje más el corazón, el esfuerzo y la demanda de oxígeno son mayores. Es decir, hay un exceso de trabajo.

“Las personas obesas acumulan dentro de su organismo placas de grasa y otras sustancias en las paredes de las arterias. Con el tiempo estas se estrechan y obstruyen completamente las arterias, causando problemas en todo el cuerpo”.

Estudios de expertos señalan que una persona de 20 años y con sobrepeso tendrá un corazón el 7% más pesado a los 40 años, que aquellos que presentaron sobrepeso a partir o luego de los 60. “Cuantos más años la persona se ha mantenido obesa, mayor será el daño al músculo cardíaco”.

El cardiólogo Boris Barreno, del Hospital de Niños Roberto Gilbert, de Guayaquil, explicó que la obesidad es un problema de salud que se ve desde temprana edad.

“Las consecuencias se presentan en la vida adulta, tiene como efecto temprano el infarto agudo al miocardio, la diabetes, la insuficiencia cardíaca”. Agregó que la enfermedad isquémica coronaria e insuficiencia coronaria son propias del adulto, pero ahora se ven en jóvenes adultos entre los 20 y 30 años.

“Esto porque desde la infancia tuvieron obesidad, síndrome metabólico o diabetes juvenil provocada por la mala alimentación”.
Galenos indicaron que la obesidad duplica el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, favorece la aparición de anomalías en la estructura cardiovascular y en el funcionamiento del corazón.

Para Eduardo Abril Mosquera, del hospital Luis Vernaza, se necesita educar a los niños desde la infancia en hábitos cardiosaludables, principalmente promover el ejercicio y una alimentación saludable.  

Explicó que la única forma de controlar la enfermedad cardiovascular es conociendo los factores de riesgo para prevenirlos. Entre ellos están: la falta de actividad física, aumento de peso, el consumo de cigarrillo, entre otros.

El nosocomio realizó una jornada con charlas y tomas de presión arterial. El domingo 30 de septiembre efectuará una caminata para recordar la fecha.

Mientras que el Hospital del IESS Los Ceibos implementó puntos informativos para difundir hábitos saludables, también se controló presión arterial, frecuencia cardíaca, glucosa y el índice de masa corporal. La jornada concluyó con una sesión de  bailoterapia para evitar el sedentarismo.

Macías aseguró que otro factor de riesgo es el estrés. Hay pacientes que no son obesos pero viven en un ambiente estresante. “El estrés actúa a nivel metabólico, se activan glándulas que secretan ciertas enzimas que hacen que actúen a nivel vascular, lo que daña el epitelio de las arterias”.

En el Hospital Guayaquil también se desarrolló este viernes 28 de septiembre una casa abierta donde expertos expusieron las medidas de prevención.

En el Hospital General Guasmo Sur se realizó una feria lúdica, en el sitio cada cardiólogo a diario recibe 25 pacientes por problemas cardíacos, según el especialista Cristhian Jerez.

El galeno agregó que las enfermedades más frecuentes son: el infarto al miocardio, insuficiencia cardíaca, arritmias y la hipertensión arterial. (I)