Obama llega a Alaska para amplificar discurso sobre cambio climático
El presidente estadounidense, Barack Obama, arribó hoy a Alaska, donde amplificará su discurso de concienciación sobre el cambio climático y anunciará la rehabilitación oficial del nombre que los nativos dan al monte McKinley, el pico más alto del país.
En el primero de tres días de visita, se espera que el mandatario informe sobre el cambio de apelativo de esa elevación ubicada en Alaska, la cual volvería a llamarse Denali (seis mil 194 metros).
Algunos congresistas republicanos se han mostrado en contra de ese simbólico paso ya que la montaña llevaba desde 1896 hasta ahora el nombre del presidente William McKinkey (1897-1901).
Obama subrayará una vez más la responsabilidad humana en la generación del calentamiento global, pero también deberá referirse a la decisión gubernamental de autorizar perforaciones en aguas del Ártico por parte de la petrolera anglo-holandesa Shell.
Tal decisión ha sido criticada por sectores ecologistas pues contradice su propia retórica sobre el clima y la preservación del medio ambiente.
De acuerdo con el gobernante y la agencia federal encargada de estos asuntos, se han elevado los estándares de seguridad exigidos a la industria petrolera.
El Presidente participará en Anchorage en una mesa redonda con ciudadanos de Alaska y en una conferencia sobre el Ártico organizada por el Departamento de Estado.
La cita será inaugurada este lunes por el secretario de Estado, John Kerry, con una cena de bienvenida.
Obama viajará el martes al área de la Península de Kenai y emprenderá excursión en barco por el Parque Nacional de los Fiordos.
En Dillingham, Obama se reunirá el miércoles lugareños y luego irá a la localidad de Kotzebue.
De esta manera, Obama se convertirá en el primer mandatario estadounidense que pisa el Ártico durante su gestión.
Este sábado, el mandatario insistió en que el calentamiento global "es real" y que sus consecuencias están afectando ahora mismo a estadounidenses, particularmente, en Alaska.
Mencionó algunos de los efectos que sufren los habitantes de Alaska: "Incendios forestales más frecuentes y extensos. Tormentas más grande surgen a medida que se derrite más rápido el hielo...".
Asimismo, señaló que los glaciares de esa región también se están derritiendo, lo cual amenaza el turismo y eleva las aguas del mar.
"Si otro país -reflexionó- amenazara con acabar con una ciudad estadounidense, haríamos todo lo posible para protegernos. El cambio climático plantea la misma amenaza, ahora mismo".
A principios de año, el gobierno también extendió protección de la planicie costera de la reserva nacional ártica en Alaska.
"Mientras yo sea presidente, Estados Unidos liderará el mundo para enfrentar la amenaza del cambio climático antes de que sea demasiado tarde", afirmó Obama.
Estados Unidos busca llegar con propuestas concretas a la conferencia de Naciones Unidas sobre el clima fijada para el próximo diciembre en París. (I)