Niños y jóvenes de la Fundación Sinsoluka pintaron sus sueños
Un tren, una tortuga y un futbolista fueron parte de los dibujos a través de los cuales los niños y jóvenes en estado de vulnerabilidad de la Fundación Sinsoluka en el centro histórico de Quito plasmaron el sueño que tienen para su vida futura.
"Quieron viajar en un tren", fue la expresión de Jennifer quien con entusiasmo se acercó a la hoja de papel en blanco para garabatear ese medio de transporte en el que anhela viajar.
En otra aula, Smeli un niño de 9 años dibujó con mucha rapidez a un futbolista y por la prisa no pudo pintarlo. Los más pequeños de la fundación fueron los más entusiastas con la actividad por eso Melany plasmó un muñeco de nieve rodeado de muchas estrellas rojas.
Esta actividad fue organizada por la empresa Herbalife que es el principal patrocinador de la alimentación que brinda la fundación a los más de 100 niños de lunes a viernes.
"El principal objetivo de nosotros es que estos niños acudan a las escuelas del sector y con la libreta de calificaciones tienen la oportunidad de asegurar su alimento, que a veces es el único del día y de recibir ayuda en sus tareas", comentó Mario Piedra, director de la Fundación que nació en 2006.
Hasta acá llegan los hijos de personas privadas de libertad, adictos y trabajadoras sexuales del sector.
"Por fortuna hemos logrado que los padres de alguna manera sean responsables y envíen a los hijos a las escuelas y que ellos a su vez se sientan que tienen un lugar en la sociedad y que busquen ser mejores que sus padres. Ahora sueñan con tener una profesión y no solo ser betuneros como sus progenitores", añade Piedra.
Andrea de 13 años es una de las beneficiarias de la Fundación. Ella cuenta que sus padres que han tenido varias dificultades hoy le brindan más atención y como los 2 trabajan pueden brindarle algo mejor en alimentación.
"Ahora me dan todo lo que necesito y en la fundación recibo el apoyo cuando mis tareas no las comprendo bien, pero por lo general no tengo dificultades porque me gusta estudiar y quiero ser doctora en el futuro", dice Andrea, quien es la mejor estudiante de la Fundación, cursa el noveno año en el colegio fiscal Simón Bolívar de Quito.
El objetivo de esta actividad es que la empresa que los patrocina escoja el mejor dibujo que será plasmadao en las tarjetas que ellos envían a los clientes a nivel de Sudamérica. (I)