Los niños reducen la utilización de plástico
Diariamente, de manera ordenada, los alumnos de segundo de básica de la Unidad Educativa (U.E.) Municipal Calderón, en Quito, se dirigen hacia el bar de su escuela. En sus manos llevan recipientes reutilizables que traen de sus hogares.
Allí se sirven frutas, chochos, choclo, mote, entre otros alimentos, que se expenden en la hora del recreo.
Desde este año lectivo esta buena práctica ambiental se implementó en el centro educativo como parte del proyecto “Cero Desechables”, que se enmarca en el Programa de Educación Ambiental “Tierra de Todos”.
La propuesta es impulsada por el Ministerio de Educación (MinEduc). El objetivo es promover y fortalecer la cultura y conciencia ambiental en la comunidad de los centros.
“Trabajando juntos: alumnos, profesores y padres de familia logramos reducir más de 85% del uso de plástico desechable en la institución. En el bar el único plástico que se emplea son las cucharas. Los más pequeños traen su vajilla propia y a los jóvenes se les proporciona los envases, que al terminar los alimentos son devueltos, para que sean reutilizados”, manifestó Anita Caicedo, rectora (e) de la U.E. Calderón.
La propuesta
Al igual que estas prácticas, en el Acuerdo de Regulación del uso de plástico, que se implementará en 16.830 instituciones educativas donde participarán 4’595.745 estudiantes, también se incluye el empleo responsable de materiales de un solo uso en la lista de útiles y en las actividades escolares que se desarrollen durante el año lectivo, según el (MinEduc).
“Debemos tomar conciencia sobre la utilización de plásticos de un solo uso. Es de suma importancia que desde la infancia y en la familia empecemos a implementar nuevos hábitos de consumo, pero sobre todo el cuidado del ambiente”, afirmó Rocío de Moreno, presidenta del Comité Interinstitucional del Plan Toda una Vida y embajadora del proyecto “Tierra de niños, niñas y adolescentes TiNi”, que forma parte del programa “Tierra de Todos”.
Christian Pazmiño, alumno que forma parte del proyecto ambiental de la institución, resaltó que el apoyo de los compañeros y de sus familias ha sido primordial para conseguir importantes avances en el proyecto. En el Día de los Difuntos, por ejemplo, sirvieron la colada morada en vasos no desechables. El alimento fue compartido.
Él y sus compañeros de segundo año de bachillerato son los veedores del cumplimiento y consolidación de esta iniciativa.
La excesiva producción de plásticos le preocupa a Mariana Sánchez, administradora del bar de la U.E. Calderón. “Si seguimos consumiendo en este material en algunos años ya no comeremos peces sino plástico, por eso espero que esta iniciativa se replique en otras escuelas y colegios del país”, argumenta.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la producción de plástico ha superado casi la de todos los demás materiales.
Solo el 9% de estos productos son reciclados. Con el consumo desmedido de los productos plásticos, para 2050, los océanos tendrán más desechos de este tipo que peces.
Acción complementaria
Las Buenas Prácticas Ambientales constituyen el tercer eje de acción del Programa de Educación Ambiental “Tierra de Todos”, que se complementa con la implementación de metodologías de Educación Ambiental, entre las que se incluye los espacios TiNi que son áreas de terreno donde los estudiantes pueden sembrar plantas ornamentales, frutales y aprender del cuidado del ambiente y la naturaleza.
Esta metodología, en la que ya se han involucrado 2,6 millones de alumnos en el país, también es replicada en las urbanizaciones de la Misión Casa Para Todos, como parte de la estrategia de fortalecimiento comunitario, liderada por Rocío de Moreno.
Por medio del programa se trabaja en la creación de huertos orgánicos comunitarios, así como en el reciclaje, cuidado del ambiente y espacios verdes. (I).