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'Niño', el caballo de 3 patas que aún galopa
‘Niño’ es un caballo apache de 2 años. Hace 7 meses estaba echado en un botadero de basura del cantón Pedro Carbo (en la provincia de Guayas).
El equino café con blanco ya no podía galopar rápidamente. Emanaba fuertes olores, lucía desnutrido y sucio.
Yulexi Salazar, de 24 años, lo vio pasar en repetidas ocasiones frente a su vivienda (en la zona urbana del cantón).
El animal cojeaba y le llamaba la atención su mal estado. Pero los vecinos le lanzaban agua para que se fuera del área comercial, pues “espantaba” los clientes.
Hasta que dejó de verlo varios días. Entonces, lo buscó y llevó una soga. Ella recorrió sola, a pie, el centro. Hasta que llegó al botadero donde se hallaba el equino. Lo rodeaban las moscas. Tenía una herida de 10 centímetros en la pata izquierda de atrás y estaba hinchada.
Entonces, lo amarró y partieron rumbo a su casa. Ella observó que al caballo le dolía moverse. Hicieron tantas paradas que demoraron 3 horas en llegar a su destino.
Lo bañó y lo curó. Luego lo sujetó en un árbol que estaba frente a la casa (alquilaba el inmueble) y le construyó un techo para protegerlo del clima. Allí, en plena zona urbana, lo mantuvo 4 meses.
Lo trató como un “niño” (nombre con el que lo bautizó): le compró alfalfa y le puso pañales como a un bebé (para que no se infectara la herida).
Hizo todo esto a pesar de la oposición de sus vecinos del casco comercial. “No tenía idea de cómo pagaría las curaciones, porque no trabajaba, solo pensé en ayudarlo”. Ella desde los 18 años rescata perros y gatos.
Sin embargo, ‘Niño’ adelgazaba y su pata no sanaba.
Escapó de la muerte
Yulexi, porque no tenía recursos económicos suficientes, contactó a profesionales y a la Unidad de Rescate y Recuperación Animal de la Prefectura del Guayas, que lo atendió al inicio.
‘Niño’ fue revisado por 5 veterinarios, pero todos le aconsejaban sacrificarlo, a lo que se negó. El último que lo atendió fue el médico argentino Juan Manuel Costa, quien creyó que volvería a galopar. Él especula que la lesión se la causó un automotor.
“Tenía fractura en la segunda y tercera falange, que produjo un granuloma alrededor de su pata y provocaba sangrado permanente, por eso estaba anémico”.
Por su estado -agrega- fue necesario amputarle la extremidad. “La operación, por su bajo peso, fue riesgosa. Si salía bien había que esperar que cicatrizara para colocarle una prótesis”. Todo resultó bien. Así empezó la gestión para adquirirla en Argentina.
El equino ahora vive en un hotel
La italiana Patrizia Puccini costeó los gastos de la hospitalización y la compra de la prótesis.
Patrizia conoció la historia de ‘Niño’ a través de un grupo de WhatsApp, ‘Amantes de los peluditos’, que integraba Yulexi. “Ella me habló del caso y me interesé porque veía el amor que le tenía al caballito. Noté que el equino quería vivir y pensé que sería un ejemplo de vida para las personas con discapacidad”.
Siempre tuvo claro lo costoso que sería la intervención, pero sentía que merecía vivir. Cuando le dieron el alta, la italiana lo adoptó para cuidarlo.
Ahora ‘Niño’ tiene caballeriza propia en las instalaciones del hotel de mascotas Happy Puppy Tail, donde reside hoy. Patrizia es la dueña. También recibe alimentación especial y paseos diarios.
Su recorrido siempre es anunciado por los golpes metálicos de la prótesis cuando choca con las piedras (diferente al sonido que producen los cascos de las demás patas). Es parte de la recuperación iniciada hace un mes.
Pero la vida de ‘Niño’ no fue la única que cambió. La actitud de Yulexi por salvar de la muerte al equino hizo que Puccini le propusiera trabajar en Happy Puppy Tail para que continuara la rehabilitación de ‘Niño’.
“Me hubiese dolido mucho separarme de él por todo el tiempo que lo he tenido, pero sabía que debía aceptarlo porque iba a estar mejor en este lugar”.
Yulexi también atiende a 25 canes rescatados de diferentes provincias, incluida Manabí, que quedaron sin hogar después del terremoto del pasado 16 abril. (I)