Cuando se trata de una emergencia los minutos se convierten en lo más valioso. Precisamente, para contrarrestar el tiempo de respuesta que se toma en la atención a un herido, desde el año pasado la Corporación GPF y CRE (Cruz Roja Ecuatoriana) implementaron en Ecuador las motoambulancias.

El sistema, que en México y Colombia es considerado una alternativa para salvar más vidas, se puso en marcha en Quito desde diciembre a través de un plan piloto que ha incluido 5 vehículos (tres unidades en el sector Centro de Quito y dos en el sector norte).

Mónica Sevilla, representante de GPF, señala que debido "a las condiciones de tráfico y movilidad humana que se dan en la capital, lo que impide la movilización en corto tiempo de las ambulancias, surgen los VPI (Vehículo de Pronta Intervención) como una alternativa. Con una maleta de SVB (soporte vital básico) se estabiliza a las personas afectadas en un accidente".

Aclara que bajo ningún concepto las motoambulancias podrán transportar   pacientes,  "solo es una intervención de estabilización que puede llegar a salvar la vida de un herido. Al tener las motoambulancias esto se puede lograr con mayor eficiencia hasta el momento en que llega la ambulancia para poder transportar a la víctima".

Otra de las ventajas que ha traído su implementación es el descongestionamiento de  los centros de salud y hospitales. “En caso de ser desplazado un VPI, los paramédicos tendrán que evaluar y estabilizar al paciente mientras llega la ambulancia, y si el caso amerita, trasladarlo a un centro de salud. En el caso de controlar la situación en el lugar, se dará por finalizada la atención y se desactiva el equipo”.

Paola López, técnica nacional de Respuesta de CRE, asegura que desde que entraron en funcionamiento se han atendido 50 situaciones de emergencia, con lo que se ha comprobado una reducción considerable en los tiempos de respuesta.

“Por dar un ejemplo, si se presentaba una emergencia en la zona del Centro Histórico a la distancia de la Plaza Grande, el tiempo de movilización de una ambulancia desde la Sede Central es de 15 minutos aproximadamente en hora pico, hoy se cuenta con un punto de atención en la calle 24 de Mayo y los tiempos registrados que toman los paramédicos en llegar con los VPI no superan los dos minutos. En caso de que la motoambulancia tenga que movilizarse desde la Sede Central de CRE (Av. Gran Colombia y A. Elizalde), esta llegará en un máximo de 4 minutos, es decir se han disminuido entre tres o cuatro veces los tiempos de respuesta”.   

Ella explica que el funcionamiento de las motoambulancias se da “luego del análisis de los criterios de desplazamiento de las motos, realizado desde las radios despachadoras, que son las personas encargadas de evaluar si es o no pertinente enviar el VPI, tomando en cuenta cosas como: tráfico, ubicación de la emergencia, cercanía y fundamentalmente el tipo de emergencia”.

También sostiene que el material que utilizan, un botiquín, es el necesario para realizar las actividades en atención prehospitalaria. Además se han considerado los estándares de estacionamiento ideales, respetando la seguridad de las personas afectadas como la de los técnicos responsables que se movilizan en las ambulancias y motos.