Moda sostenible, la alternativa pos covid-19
La pandemia abre un nuevo escenario en las pasarelas de moda. Los desfiles se empiezan a planificar como encuentros de moda virtuales. Las reconocidas 'fashion weeks' de Milán y de París fueron las dos últimas grandes citas de la industria textil que se celebraron antes del confinamiento.
El imparable cambio climático y la emergencia sanitaria global nos obliga a dotar de un respiro al planeta e incorporar a nuestras vidas, hábitos de consumo responsables y sostenibles en lo que se refiere al mundo textil.
Para Patricio Nieto, asesor de imagen y dueño de la marca Moda para tu bolsillo, “se replanteará un cambio en la forma de producir, de consumir y también en las pasarelas, acelerará la tendencia de la sostenibilidad y la tecnología en la moda, y sobre todo el consumo responsable: menos prendas, pero de calidad y diseño.”
Esto va de la mano con la tendencia ‘slow fashion’, un estilo menos agresivo para el planeta, una forma de hacer moda respetando el ambiente, disminuyendo el consumo de recursos naturales en su producción, y con un bajo impacto ecológico de los materiales empleados.
“Se acabó la ropa de usar y tirar”, afirma Nieto. "Al consumidor le tienes que vender algo más que una blusa o un pantalón, tienes que contarle una historia, venderle la idea de que son prendas amigables con el ambiente”. Y es que el consumidor es distinto, está dispuesto a pagar por algo que tiene compromiso, historia, identidad y responsabilidad social.
Las industrias del vestido, el calzado y el textil enfrentan una crisis sin precedentes. Únicamente la creatividad y las iniciativas responsables serán sus estrategias para resistir.
Una moda que no pasará de moda
La moda sostenible es una tendencia que gana más adeptos, que está creciendo y va para largo. Después de la pandemia, esta filosofía se convierte en una necesidad para el planeta y los consumidores empiezan a buscar más prendas elaboradas por fibras y materiales que sean orgánicos, reciclados o reutilizados, sin tortura animal.
El concepto slow fashion aparece en el 2007 en Londres por Kate Fletcher, diseñadora y profesora de sostenibilidad. Para este 2021, se plantea como el nuevo estilo de moda ecológica y de comercio justo.