Misión Ternura se nutre de experiencias extranjeras
Expertos de países de Latinoamérica y representantes de organismos internacionales expusieron sus experiencias, en Quito, sobre el trabajo realizado en beneficio de la primera infancia con el fin de fortalecer Misión Ternura.
El programa emblemático del Gobierno busca atender de manera integral a los niños desde su gestación hasta los cinco años de vida.
Recientemente se desarrolló el seminario internacional “Políticas para criar con ternura”, con el objetivo de fortalecer las innovaciones en el desarrollo integral infantil, particularmente de las que se impulsa a través de Misión Ternura como el seguimiento nominal, acceso a los servicios, mecanismos de evaluación y control, estrategias de promoción, corresponsabilidad, entre otros.
En el seminario participaron más de 400 personas vinculadas en la ejecución de esta misión. Los representantes de Perú, Colombia, Cepal, Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) conformaron mesas de trabajo para analizar, trasladar prácticas y aunar esfuerzos para fortalecer el programa del Gobierno con la experiencia de otras naciones.
Durante este espacio se debatieron y compartieron experiencias con el propósito de fortalecer la implementación y las metas de Misión Ternura, entre ellas erradicar la desnutrición infantil crónica y beneficiar a alrededor de 65.000 niñas y niños menores de 5 años y sus familias, en 90 cantones priorizados a escala nacional.
En el país existen 60 mesas técnicas intersectoriales desplegadas en los sectores priorizados.
“Los programas y proyectos que actualmente ejecuta Misión Ternura muestran el innegable esfuerzo del Gobierno Nacional, para articular y coordinar a las diferentes instituciones hacia un objetivo común en beneficio de los niños y niñas”, señaló Rocío de Moreno, presidenta del Comité Interinstitucional Plan Toda una Vida.
Además recalcó que la prioridad es “la generación de condiciones que garanticen la buena salud y nutrición tanto de la madre como de su hijo, desde la concepción y en los primeros mil días de vida”.
Según la ministra del MIES, Berenice Cordero, Misión Ternura se convierte en un motor de cambio para implementar un nuevo modelo de gestión, multinivel e intersectorial.
Claudia Robles, de la División de Desarrollo Social de la Cepal, resaltó la importancia de diseñar políticas enfocadas en atender este ciclo de vida, en un marco de defensa de derechos y de género.
“En la región existen oportunidades para avanzar en la consolidación de políticas de atención a la primera infancia y en las políticas integradas de cuidado, considerando los diversos actores sociales”, afirmó Robles.
Según el MIES, entre las metas de esta estrategia está reducir de 23,9% al 13,2% la prevalencia de desnutrición crónica en niños menores de 5 años; o aumentar del 46,4% al 64%, la prevalencia de lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida.
Experiencia en Perú y Colombia
Ariela Luna, médica experta en salud pública de Perú y una de las panelistas, contó que su país es uno de los que más ha bajado los índices de desnutrición infantil crónica, pasando del 28% al 12,5% en los últimos 10 años, y en zonas más pobres la reducción fue del 60% al 30%.
Una de las estrategias que se implementaron en este país fue el programa “Cuna Más”, cuyo objetivo es mejorar el desarrollo infantil de menores de 3 años, en zonas de pobreza y pobreza extrema, para superar las brechas en su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional.
Luna destacó el trabajo que hace Ecuador para impulsar políticas públicas que prioricen el desarrollo infantil integral; y señaló que “la mejor inversión que puede hacer un país es en la primera infancia”.
María Caridad Araujo, experta en salud y protección social del Banco Interamericano de Desarrollo, dijo que en Colombia ya cuentan con un sistema nominal de seguimiento de los programas y servicios que están dirigidos hacia la política social.
Por ello la funcionaria recomendó que en Ecuador se implemente un modelo de atención integral que permita visibilizar a la primera infancia y que se lo haga como parte de una política pública que movilice al Estado de forma permanente. (I)