Solidaridad, entornos de paz, trabajo sobre responsabilidad social y ciudadanía son algunos contenidos que colectivos ciudadanos promueven que vuelvan a impartirse en las aulas.

En el marco de un encuentro efectuado en Guayaquil sobre educación, el Ministerio de Educación (MinEduc) aclaró el manejo de esta modificación en la enseñanza.

José Brito, subsecretario de Fundamentos Educativos de la Cartera de Estado, descartó la inclusión de más asignaturas relacionadas a fin de evitar la sobrecarga de materias a los jóvenes.

Los contenidos -añadió- ya existen actualmente. “Solo hay que potenciarlos”.

En ese sentido explicó que el concepto materia viene de mucho tiempo atrás, pero que no es la única manera de enseñar.

Por ejemplo, citó que en matemáticas se pueden impartir valores como la coherencia, la estructuración de las ideas, la perseverancia y la disciplina. Y, en ciencias naturales, abordar el aspecto de la preservación.  

Una de las falencias detectadas es que los menores de edad aprenden muchos datos, pero no saben ciertos aspectos fundamentales.

“No podemos creer que los alumnos viven en democracia solo por aprender el concepto y la historia. Lo importante es vivirla en su entorno. Así se aprende”.

El Ministerio del ramo ratificó que la disminución de la carga administrativa es una de las modificaciones que ya se evidenciará en el próximo régimen de la Costa.  Se estima que así los maestros ganarán de tres a cuatro horas en los salones. “Fuera todos los informes”, dijo Brito.

Sobre este tema, Haydé Espinoza, de la Federación de Colegios Particulares, expuso que actualmente se debe trabajar con los chicos en la revalorización. Por medio de eso -indicó- se refuerza la autoestima y la motivación.

Esto se traduce en respeto, paz y solidaridad. “Justamente los chicos con baja autoestima son los más problemáticos”, analizó esta especialista en psicología educativa radicada en Chile.

 Roberto Passailaigue, rector de la Universidad de Guayaquil, consideró que la enseñanza de los valores es algo que tiene que provenir de la familia, sociedad civil, autoridades y de los establecimientos educativos. “Así debe funcionar un sistema organizado”.

Él, quien también fue ministro, coincidió en que “no hay razón alguna para llenarse de más materias”. (I)