Cada dos segundos, una persona se ve obligada en el mundo a desplazarse como resultado de los conflictos y la persecución en su país.

Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), los motivos de la persecución pueden ser religiosos, de género, orientación sexual, entre otros. “Estas causas han provocado temores fundados por su vida, lo que les convierte en refugiados reconocidos internacionalmente, con acceso a la asistencia de los Estados”, aclara la Acnur.

Esta problemática se recuerda cada 20 de junio como un llamado para que los países cumplan con su trabajo de ayuda y asistencia social.

Desde 1989 hasta la actualidad, Ecuador suma alrededor de 66.000 refugiados que son mayoritariamente procedentes de Colombia. Es el país de América Latina con el mayor número de refugiados reconocidos.

Tiempo de recordar

Para Geovana Tipán, coordinadora de movilidad humana en la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA), esta fecha es necesaria para evidenciar conflictos que están olvidados, como aquellos que viven en Yemen (Asia)

Ella sabe la realidad de esa nación porque gran parte de las personas que atendió, mientras fue parte del programa de movilidad humana y migración del Consejo Provincial de Pichincha, pertenecía a ese colectivo. Allí se brindaba apoyo legal y psicológico a quienes acudían.

“En ese país se vive en una guerra civil permanente y además están en hambruna. Esto es algo casi desconocido para nosotros porque está lejos y muchos de ellos vienen acá, aunque mayoritariamente utilizan nuestro país como trampolín para llegar a Estados Unidos”.

Singularidades venezolanas

Para ella, el caso de la población venezolana es singular. Cree, por un lado, que existen personas que requieren protección internacional como refugiadas y otras no. “De los últimos perfiles que hemos analizado vemos que es una población que vive en condiciones de hiperprecariedad, por lo que debe ser considerada como migrantes económicos”.

Por su parte, Acnur considera que la mayoría de los venezolanos que huyen del país necesitan protección internacional como refugiados por el deterioro de la situación política, económica, de derechos humanos y humanitaria en su país.

Además pidió a los países  que cualquiera sea la situación legal de esos ciudadanos, no sean deportados o forzados a regresar porque evidenció situaciones como la de José, un médico que trabajaba como voluntario cerca de Barquisimeto, a quien le habían advertido que su vida corría peligro.

“La persona a la que pagaron para matarme era uno de mis pacientes más cercanos. Me dijo que le ofrecieron $ 790 por quitarme la vida; menos mal estaba agradecido conmigo por haber tratado a sus familiares y no cumplió con el contrato”.

Situación centroamericana

En lo que va de 2019, más de medio millón de personas han huido de sus casas en Centroamérica por la violencia pandillera y la crisis política y social en Nicaragua. “Esta situación está reduciendo la capacidad de asilo en toda la región, poniendo en riesgo a un número cada vez mayor de individuos y familias, creando situaciones que ningún país puede abordar por sí solo”, señaló un comunicado del Acnur.

Hay 593.507 solicitantes de asilo y migrantes que han llegado a la frontera sur de los Estados Unidos desde México, país que reporta un aumento del 196% de solicitudes de asilo. “En base a las prácticas ya existentes, un enfoque regional debe incluir mayor capacidad de recepción y de infraestructuras de asilo, apoyo colectivo para los programas de integración local, ampliación del reasentamiento”.

La funcionaria insistió en la necesidad de establecer acuerdos para el retorno seguro de las personas que no necesitan protección internacional. (I)