Médicos extranjeros deben cumplir con la misma normativa que los nacionales

Medicina general, ginecología, pediatría o radiología son algunas de las especialidades en las que médicos extranjeros prestan sus servicios en el país. Solo en el sector público, según el Ministerio de Salud  (MSP), existen 759 galenos de distintas nacionalidades en las dependencias médicas a escala nacional.

Uno de ellos es Severin Louamou, nativo de nueva Guinea (África occidental), quien llegó al país en 2014 a través del programa ‘Ecuador saludable, voy por ti’, que fomenta el MSP.

Él conoció de la iniciativa mientras se formaba profesionalmente en Cuba.  Lleva 3 años residiendo en Rioverde (Esmeraldas), donde presta  sus servicios como médico familiar.

Su atención no se limita al consultorio, sino que también hace visitas domiciliarias y eso le ha permitido ganarse la confianza de sus pacientes. Severin está totalmente adaptado al lugar y al momento ha desarrollado gran empatía con sus pacientes.

“Me siento feliz de ayudar a los más necesitados. Esa siempre fue mi aspiración y por la que no regresé a mi país, ya que allá no tenía oportunidades de laborar”.

En el Centro Integral de Salud Asistanet en Quito (empresa que tiene convenio con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social IESS) laboran alrededor de 10 profesionales foráneos.

Uno de ellos es el radiólogo Nilo González Arrieta, un venezolano que lleva más de un año en el país. Tiene 13 años de experiencia en el área de radiología y casi el doble en el área de salud.

Él se graduó como radiólogo en la universidad de Zulia, en el estado ‘llanero’ del mismo nombre.

La situación de su país -cuenta- lo llevó a emigrar y encontró en Ecuador una oportunidad para aplicar sus conocimientos.

En cada informe de radiodiagnóstico que entrega destaca su número de registro en el MSP, así como la validación de su título en la Secretaría de  Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Su jornada es extensa. Realiza ecografías y redacta los informes que debe entregar en ese mismo instante a los pacientes.

Incluso sugiere algunas actividades para mejorar la condición del paciente -según las patologías encontradas en el radiodiagnóstico- pero siempre aclara: “es su médico  el que debe indicar con precisión el tratamiento a seguir”.

En el segundo piso del Dispensario Médico de Cotocollao del IESS, en el norte de Quito, se encuentra la oftalmóloga cubana Zeida Reyes, quien llegó hace casi 5 años al país.

También lo hizo para mejorar las condiciones económicas de su familia y por la oportunidad que encontró en el territorio nacional.

Ella explica a sus pacientes  con mucha paciencia la patología que presenta y hasta da consejos sobre la forma en la que deben cuidar mejor la vista.

Críticas a los médicos foráneos

Los médicos procedentes de Cuba son los que más cuestionamientos han recibido por parte de sus colegas ecuatorianos.

En julio de 2015 dos galenos cubanos estuvieron involucrados en un supuesto caso de negligencia médica tras el fallecimiento de un neonato -por quemaduras de segundo y tercer grado- mientras era trasladado del hospital del IESS en Milagro a otra casa asistencial de esta misma entidad en Guayaquil.

Ambos especialistas fueron investigados por homicidio culposo y  la fiscal Miriam Rosario Moncayo dictó orden de sobreseimiento en octubre del año anterior.

Otras denuncias en las redes sociales sobre un mal diagnóstico médico de profesionales extranjeros generaron malestar en gremios de galenos.

El presidente del Colegio Médico de Pichincha, Santiago Carrasco, criticó la llegada de los médicos foráneos solicitados en el Gobierno anterior para atender las necesidades de la población ecuatoriana.

“Lo que debía hacer el Gobierno en ese momento (2009) era dar importancia a la formación de especialistas en el país y entregar el presupuesto necesario para que las universidades oferten una mayor cantidad de posgrados”.

Para Carrasco, los médicos cubanos no reúnen los conocimientos necesarios para atender adecuadamente a la población ecuatoriana.

“Los que llegaron al país están mal preparados y sin ninguna conciencia de nuestra realidad... No sabemos si realmente son especialistas porque no conocemos su pénsum de estudios; pero han dado una mala atención a nuestra población”.

El galeno reconoce que en el caso venezolano la preparación es mejor, pero, “llegan a ocupar plazas que podrían ser para ecuatorianos”.

Precisó que no se opone a la presencia de colegas extranjeros, pero lo que se quiere es que tengan sólidos conocimientos “y que cumplan con las mismas exigencias y evaluaciones que debemos hacer los médicos ecuatorianos”.

La Constitución ecuatoriana garantiza que todas las personas dentro del territorio tienen los mismos derechos y deberes.

Por ello la ministra de Salud, Verónica Espinosa, reconoció que su entidad ha tenido cuidado en elaborar leyes que no atenten contra este principio. También agregó que en el caso de los médicos foráneos es necesario garantizar su idoneidad.

“Debemos precautelar que quienes ejerzan la medicina en territorio ecuatoriano, independientemente de su nacionalidad, tengan la experticia, los títulos, avales y requisitos necesarios para atender a la ciudadanía”.

De su lado el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana (FME), José Eras, reconoció que existe un rechazo a los médicos extranjeros porque no han demostrado su competencia académica.

“Hay profesionales de algunos países que en corto tiempo tienen 2 y hasta 4 especialidades, lo que es imposible porque cada especialidad demanda al menos 3 años. (...) Lo que nosotros decimos es que si tienen la necesidad de trabajar lo hagan, pero cumpliendo todas las normativas y leyes ecuatorianas”.

Eras reconoce que existe cierta resistencia en los galenos ecuatorianos, al inicio de su ejercicio profesional, para ir a los pueblos y lugares apartados del país y que esos puestos sí son aceptados por los extranjeros. “Pero también hay muchos que están dentro de la ciudad y restan plazas a los médicos locales”.

Asimismo, sugiere que además de evaluar al especialista con un examen de conocimientos, se haga una auditoría de sus historias clínicas y también de su comportamiento.

Examen de habilitación

Los profesionales extranjeros con títulos de tercer nivel en Medicina registrados en la Senescyt desde 2014 y en Odontología desde 2015, obligatoriamente deben rendir el Examen de habilitación profesional que toma el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces). La aprobación del mismo, con el 60% de la nota, es un requisito para ejercer la actividad en el país a partir de 2014.

Los especialistas extranjeros con título de cuarto nivel deben someterse a la normativa del MSP, que según los galenos nacionales no se ha aplicado de forma correcta e igualitaria.

Por eso se quieren incluir en el Código Orgánico de la Salud (COS) reglas claras para que exista un control minucioso de la calidad y formación del especialista extranjero  que atiende a los ecuatorianos.

La Agencia para la promoción y el control de la calidad y la protección de usuarios y profesionales de la salud (Acess) sería la encargada de realizar todo el seguimiento.

William Garzón, presidente de la Comisión del Derecho a la Salud de la Asamblea Nacional, explicó que en el COS trabajan en establecer parámetros para que todos los profesionales -sean nacionales o extranjeros- cumplan, sin que exista favoritismo hacia el médico foráneo. “Pero por sobre todas las cosas el médico ecuatoriano tendrá preferencia”, aseguró. (I)