Más de 8 mil niños inscritos en el noroeste
El periodo de prematriculación concluyó ayer en los sectores considerados como invasiones, en el noroeste de Guayaquil.
Luego de tres días de prórroga, la Dirección de Educación de Guayas desmovilizó al personal que se distribuyó en 9 puntos de las cooperativas Balerio Estacio, Monte Sinaí y Sergio Toral.
8.502 niños en edad escolar están inscritos y podrán iniciar clases en ocho campamentos y tres planteles fiscales.
La cifra denota un aumento aproximado del 400% de inscritos para el sector fiscal en esa zona, en relación al año pasado.
Hasta el año pasado los planteles fiscales que existen en el sector solamente tenían 2.000 estudiantes en sus aulas.
Organización
Al término del proceso de prematriculación, la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse) comenzó con el reconocimiento de las zonas donde iniciarán los trabajos de construcción de cuatro de los ocho campamentos educativos que se instalarán en el lugar.
El levantamiento de estos planteles temporales iniciará, a más tardar, mañana, afirmó el director de Educación de Guayas, Juan Carlos Rodríguez.
El Ministerio de Educación asignó $ 170.000 para la construcción de estas unidades. “Inmediatamente los cupos serán asignados de acuerdo con el lugar de residencia de los estudiantes inscritos”, manifestó Rodríguez.
Denuncias
La escuela Tío Paco, en la cooperativa Sergio Toral 1, donde la semana pasada se registraron incidentes por la falta de información sobre el proceso de matriculación, ayer lució semivacía.
José Balero, funcionario de la Dirección de Educación, indicó que el 80% de padres de familias denunció que los planteles clausurados, que funcionaban ilegalmente, no han entregado los documentos personales de los alumnos que se requieren para la inscripción.
Entre los documentos de educación básica retenidos están los certificados de terminación de primaria (para 8º, 9º y 10º ) y la promoción del grado inmediato superior (para 2º, 3º, 4º, 5º, 6º y 7º).
“Como fueron cerradas las escuelas, han dejado abandonadas las instalaciones y no hay atención”, precisó Balero.
El Director de Educación del Guayas ofreció una solución al problema para garantizar el acceso a la enseñanza.
Expectativa
Entre los padres de familia consultados por este medio, no todos están convencidos de que la calidad académica en los planteles del Ministerio de Educación es mejor a la de las escuelas cerradas.
La gratuidad del servicio es algo que muchos resaltan. Aunque padres de familia como María Villón, de la cooperativa Sergio Toral 1, prefieren pagar pensión y matrícula. “Eso me garantiza una buena educación”, asegura Villón, quien defiende la calidad académica de la Unidad Educativa Daysi Benalcázar, el primer plantel particular clausurado, en enero de este año, por irregularidades.
“Si es que había estafa, solamente bastaba con sacar a los directores y malos elementos del plantel”, dijo Villón.
También Isabel Meza, de la cooperativa Balerio Estacio, tiene dudas sobre la resistencia material y durabilidad de los campamentos temporales.
“Si nos hablan de campamentos, lo primero que uno se imagina es una carpa... Hemos escuchado que serán más grandes, pero no sé si serán de plástico, madera, o de qué mismo”, dijo preocupada.
Para Meza, el Ministerio de Educación debe aprovechar las instalaciones de cemento de los planteles cerrados para optimizar los recursos existentes.