Más conciencia verde en miles de chicos que asistieron a CIMAKids
Para cuidar el planeta no hay que botar basura en el río ni desperdiciar el agua. Ese es el pensamiento de Abel Azabala, estudiante de la escuela La Dolorosa que participó en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente (CIMA Kids). Con una sonrisa inocente, contó que a sus nueve años se siente feliz de haber logrado recolectar 200 botellas para este proyecto, a más de papeles, plásticos y cartones. Un ligero sonrojo invadió su rostro cuando se aproximaba su maestra, quien mencionó que el premio para el curso que más botellas logró recolectar fue un plasma.
Otro grupo de alumnas que llevaban una sonrisa en sus rostros eran las del Colegio Simón Bolívar. Salieron contentas del stand número tres de energía renovable, denominado “Universidad Infantil de Energía Solar”. Entre ellas estaba Josselin Gómez, de 12 años, quien en una semana logró recolectar aproximadamente 300 botellas. “A donde iba estaba pendiente de recoger todas las botellas que encontraba porque es lindo cuidar el medio ambiente” expresó mientras amarraba el cordón de su zapato. Su mensaje para preservar el planeta es que no hay que botar basura en las calles ni pintar con aerosol las paredes.
Este mismo mensaje transmitieron Evelyn Bernardo y Paola Magua, ambas de 15 años. Las estudiantes del Colegio Italia contaron que su motivación para formar parte del CIMA Kids fue recibir puntos adicionales en las materias y comer una pizza gigante. “Nos encanta la pizza”, afirmaron entre risas. Ellas cursan el primero de bachillerato con especialización en ciencias y junto a sus demás compañeros, lograron recolectar 800 botellas.
Sin embargo, Paola contó que en su colegio el curso que más recolectó fue sexto ciencias, quienes alcanzaron la suma de 1.500 botellas.
Cerca de la estación número uno de ambiente, llamado “Museo del Árbol”, estaba Jazmín Guerrero vestida con el uniforme de educación física del colegio María Angélica Idrobo. La estudiante de 13 años mencionó que recolectó botellas grandes de plástico y no de vidrio para no tener mucho peso en su mochila y así poder llevarlas al plantel sin problema. Mientras acariciaba la hoja de una pequeña planta que tenía en su mano, explicaba que al inicio no le llamó la atención la idea de recoger botellas, pero que después se convirtió en un reto con sus compañeros, ya que estaban pendientes de quién era el que traía más cosas para reciclar.
Mientras que Víctor Mora, un joven de pequeña estatura en comparación de sus compañeros pero que llamaba la atención de las adolescentes de otros colegios por sus ojos verdes, confesó que “fue chévere salir las tardes a recolectar botellas porque me divertía con mis amigos”. El alumno de la Unidad Educativa Pablo Muñoz Vega, contó que ha aprendido a ser responsable y a reciclar por separado lo orgánico de lo inorgánico.
Antes de que un grupo de estudiantes del Colegio Masay ingresase a la estación número cuatro de desechos y reciclaje, Miguel Balseca de 13 años compartió que en la institución que estudia, los jóvenes se dedican a reciclar desde hace dos años. Alzó la mirada al cielo para recordar que él recoge en promedio 20 botellas cada semana.
Para salir de la Expo, estaban formados en una fila los estudiantes de la escuela San Francisco de Quito. Pero a Eliana Ocampo y Carol Domínguez de 11 años, parece que el mal clima les influyó en su estado de ánimo. Sin ningún gesto de emoción, contaron que participaron en esta Cumbre recogiendo 50 botellas que encontraron en la calle, a más de cartones y revistas que tenían en sus casas. Eliana por más de una ocasión acomodaba sus lentes mientras manifestaba que va a mantener la costumbre de reciclar para no contaminar el planeta y cuidar la capa de ozono.
Por otra parte, en los alrededores del CIMA Kids se encontraba Laura Méndez, quien mantenía la disciplina entre sus estudiantes de tercer grado. Ella es profesora del Colegio Americano y con una expresión corporal de cansancio pero con sonrisa de satisfacción, anotó que sus alumnos disfrutaron más del stand número dos (Agua). “Pero a mí me gusto más la estación uno que era del ambiente, porque explicaron las diferentes formas de utilizar las botellas para macetas y eso me pareció interesante” recalcó mientras dos de sus alumnos sostenían su mano.
De repente, cerca del ingreso a la cumbre caminaba un hombre de mediana estatura y madura edad, que expresaba con su rostro una infinita alegría. Se trataba de José Guarderas, gerente general de Soluciones Totales Ambientales (Sambito), empresa organizadora del evento. A José le tembló la voz al mencionar que CIMA Kids ha sido considerado para los Records Guiness por haber recolectado en menos de un mes más de 1 millón 532 mil botellas.