Marcha del Orgullo Gay de Río desafía la ola ultraconservadora
Varios centenares de personas estaban reunidas el domingo por la Marcha del Orgullo Gay de Rio de Janeiro, sobre la célebre playa de Copacabana, a pesar de las ausencia de subvenciones de la alcaldía a cuyo frente está el neopentecostal Marcelo Crivella.
Por primera vez en 22 ediciones, la celebración no está organizada con la ayuda de subvenciones municipales, pero patrocinadores privados han contribuido a mantenerla a flote.
La falta de medios obligó a los organizadores a reducir a la mitad el número de vehículos del desfile, que se redujo a seis, contra doce el año pasado, cuando 600.000 personas se congregaron en Copacabana.
Pero esos carros estaban todos ocupados por artistas conocidos, que aceptaron renunciar a cualquier cachet, como la cantante Daniela Mercury, una de las primeras en haber asumido su homosexualidad, la transformista Pablo Vittar, verdadero fenómeno de la escena pop brasileña actual.
"En tu cara, Crivella", se podía leer en una pancarta que exponían dos participantes en la marcha, que tenía por tema oficial "Resistir la LGBTfobia, el fundamentalismo y todas las formas de opresión".
"Es una jornada de resistencia. Crivella trató de impedirnos ir a las calles y nos privó de subvenciones, pero estamos aquí", declaró a la AFP David Miranda, primer edil municipal abiertamente LGBT de Rio, electo por el partido de oposición PSOL (izquierda).
Desde comienzos de año Crivella está al frente de la alcaldía de la ciudad. El alcalde es famoso por sus posturas ultraconservadoras y ya recibió fuertes críticas por su intención de reducir a la mitad las subvenciones a las escuelas de samba de Carnaval. (I)