Marcha contra el maltrato animal recorrió el centro de Guayaquil
‘Sinaí’ recorrió orgullosa la avenida 9 de Octubre. Usando un vestido verde y morado, la perrita se ganó la admiración de los presentes, más aún al conocer su historia.
Ella fue rescatada en el sector de Monte Sinaí, adonde había sido abandonada con sus cachorros recién nacidos. Un grupo de militares la acogió mientras encontraban un sitio dónde poder dejarla de manera definitiva.
La activista Karina Murillo la recibió en su casa, donde funciona el Refugio MK. Aquí ‘Sinaí’ encontró un hogar junto con sus hijos, la mayoría de los cuales ya fue dada en adopción. Mientras tanto, la altiva perrita sigue haciendo las delicias de su ‘madre humana’ con su dulzura.
Ella fue una de las participantes en la marcha contra el maltrato animal que se realizó en el centro de Guayaquil, la tarde del sábado. Alrededor de 200 personas partieron desde el Parque del Centenario y caminaron por la 9 de Octubre hasta la Plazoleta de San Francisco lanzando consignas a favor de los animales y de la naturaleza.
Además hicieron un llamado al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, para que endurezca las acciones contra los denominados ‘vendeperros’, que comercializan cachorros especialmente en el sector de la bahía.
'Manifiesto por la Luz'
El evento, convocado por la Fundación Rescate Animal Ecuador (FRAE), inició a las 17:00 y se cumplió además como cierre del mes de los animales. Estefanía Pareja, de la FRAE, señaló que la manifestación fue por el planeta, “por los tiburones exterminados en Galápagos, por la falta de políticas públicas de bienestar animal y en contra de la pasividad de las autoridades locales y nacionales, contra la insensibilidad del sistema de justicia cuando de casos de maltrato animales se trata”.
Al finalizar la marcha se dio a conocer el denominado ‘Manifiesto por la Luz’, el cual expresa lo siguiente: “Nos enseñaron que maltratar a un animal es tolerable, nos enseñaron que explotar un animal es necesario, nos enseñaron que los animales no son libres, por tanto no pueden ser oprimidos. Nada de esto es cierto. No existe una relación más desigual que la que los humanos mantenemos con los animales”.
El documento también propone una serie de puntos:
1. Que los animales no humanos no son inferiores a los humanos, son diferentes: son seres inteligentes, emotivos y complejos con sus propios intereses. Su existencia y su valor no dependen de qué tan útiles sean para los seres humanos.
2. Necesitamos mecanismos de justicia eficientes para investigar y sancionar el maltrato animal. El Estado debe reconocer el maltrato hacia los animales como un patrón de búsqueda de control y poder al infligir sufrimiento en el otro, y un indicador de abuso infantil y violencia intrafamiliar.
3. Los animales no son cosas. La Asamblea Nacional y el Grupo Parlamentario por el Bienestar Animal deben impulsar urgentemente una reforma al Código Civil.
4. Los municipios y las autoridades del Gobierno Central deben responder a las necesidades de los animales en las calles.
5. La Ordenanza de Guayaquil debe ser modificada e incluir medidas de protección para todas las especies de la fauna urbana, incluidos los animales destinados para el consumo humano, animales utilizados para espectáculos, animales usados en experimentación y animales de trabajo. Exigimos saber qué pasa en los mataderos. Es tiempo de romper el silencio.
6. El Municipio de Guayaquil debe garantizarnos una ciudad amigable con los animales, con suficientes espacios públicos verdes y sin rejas, con árboles que den sombra, agua limpia, ciclovía, aire sin contaminación, buses que permitan el ingreso de animales de compañía. Menos carros, más bicicletas. Menos rejas, más espacios al aire libre. Menos cemento, más árboles.
7. La crueldad deliberada contra un animal es una forma de violencia. El maltrato animal es un comportamiento antisocial y agresivo. Estudios científicos y evidencia empírica muestran que existe un vínculo entre la crueldad contra los animales y la violencia entre humanos. Este mundo no vivirá en paz, las niñas y los niños no disfrutarán de una infancia segura, los seres humanos no tendremos una sociedad justa, mientras existan animales sufriendo.
8. El Planeta no aguanta más. El consumo irresponsable está dejando a los océanos sin oxígeno, extinguiendo especies y destruyendo los bosques. Los métodos de producción a gran escala de animales está colapsando los ecosistemas. Estos problemas medioambientales empiezan a ser la causa de las crisis humanitarias que azotan nuestra era. (I)