En San Lorenzo se preserva la música nacional con un festival
Al pie del mar, sobre la playa de San Lorenzo, enclave marino ubicado en el suroeste de Manta, se escuchan cada año los pasillos, pasacalles, sanjuanitos, entre otras melodías de la música nacional.
Son los temas de Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Carlos Aurelio Rubira Infante y una variedad de compositores nacionales que son llevados al escenario por cantantes novatos en el marco del trigésimo primer festival de la música nacional de San Lorenzo.
Al son de los acordes de la banda de pueblo 24 de Mayo, el pasado 8 de agosto se desarrolló este encuentro cultural. Los vecinos de este pintoresco balneario manabita se dieron cita en los graderíos del estadio de la localidad.
Todo sucede por la noche
Hace un poco de frío, la brisa marina sopla helada en esta época del año. Son las 19:00 y todo está por empezar.
Con el acompañamiento de los guitarristas que forman parte del dúo San Lorenzo, cada uno de los cantantes mostró sus habilidades.
Los 12 participantes del festival son estudiantes de las unidades educativas de los pueblos de San Mateo, Liguique, Pacoche, Santa Marianita, El Aromo y San Lorenzo. Aunque el frío cala los huesos, la gente que se ubica en los graderíos de la cancha de fútbol de la localidad es paciente y espera la salida de los participantes.
La creadora del festival, Cecilia Pinargote, está contenta. Asegura que cuando nació la idea del festival, hace 31 años, nunca se imaginó que lo que empezó con la participación de espontáneos cantantes de estas comarcas, se haya convertido, a 2018, en la plataforma para ver y escuchar las voces de niños, adolescentes y jóvenes de los poblados que son bañados por el mar.
Con el acompañamiento del dúo San Lorenzo, Valentín Alonso Vera, estudiante del colegio Santa Marianita, llega a deleitar a los asistentes con el tema “Alma en los labios”, del extinto Julio Jaramillo. Se adapta a los acordes de los guitarristas y deja fluir la letra de la canción.
Mientras esperaban su turno los participantes miraban sentados a un extremo del escenario las presentaciones de sus compañeros.
De entrada arranca los aplausos del público. Se mueve en el escenario, una tarima amplia con iluminación y sonido. Es la primera vez en los 31 años del festival que se cuenta con aquel tablado. La señora Pinargote afirma que era muy difícil contar con apoyo para este tipo de eventos culturales. Esta vez un buen samaritano pagó por el servicio.
Desde San Mateo llega Joselyn Pachay. Compitió en su colegio para representar a su poblado en el festival. Arriba con un pasacalle de Carlos Aurelio Rubira Infante. Canta desde muy pequeña. Nadie le enseñó este arte, todo viene por iniciativa propia, dice.
Afirma además que no ha recibido clases de vocalización pero que cada vez trata de mejorar. Es la segunda ocasión que participa en el festival. Llega acompañada de sus padres y varios familiares, quienes desde los graderíos la apoyan junto a sus amigos.
La música nacional se ha convertido en los pueblos costeros del suroeste de Manta en uno de los géneros culturales que los niños, adolescentes y jóvenes escuchan.
Muchos empiezan relacionándose con estos temas cuando los padres, la mayoría pescadores, son seguidores de este tipo de melodías, comenta Eduardo Mendoza, vicepresidente del gobierno parroquial de San Lorenzo.
“Cómo no contribuir a este tipo de iniciativas que para nuestra localidad son muy representativas”, comenta el funcionario.
Los improvisados cantantes siguen con sus presentaciones uno por uno en el escenario. La señora Pinargote destaca el comportamiento del público. Asegura que consideran el esfuerzo de los participantes, quienes en buena parte son novatos.
Ellos ensayan en sus casas escuchando las melodías que escogen para sus presentaciones. Cecilia, además de organizar el festival, es la maestra de ceremonias junto a su esposo, el investigador e historiador mantense José Elías Sánchez Ramos.
“Esto es único. Hay que batallar muy duro cada año, se golpean algunas puertas solicitando apoyo, varios responden otros no, pero ahí seguimos adelante”, refiere Sánchez.
Lo importante, según el historiador, es que la cita de la música nacional que empezó con los lagarteros (cantores populares) luego continuó con muchos cantantes del momento y hoy tiene en los jóvenes a los interesados por esta temática.
Sánchez indica que los participantes no solo cantan sino que también analizan la letra de los temas.
“Es importante que sepan parte de la historia de las canciones”. Por ejemplo, Geralsón Alvarado Zambrano, representante del poblado El Aromo, gusta mucho de las melodías cuya letra es un compendio del trabajo del extinto poeta Medardo Ángel Silva. Mientras avanza la velada, el golpeteo de las olas se escucha con fuerza y la marea empieza a subir.
A medianoche culmina el festival, la edición 2018, y los organizadores empiezan los preparativos de lo que será el trigésimo segundo encuentro de la música nacional.
El evento cultural de San Lorenzo tiene cada año más seguidores, especialmente por la difusión que los organizadores realizan a través de redes sociales.
Sánchez añade que a través de este tipo de canales de comunicación se llega especialmente a los adolescentes y jóvenes, los más interesados. Ellos miran a diario las redes sociales. (I)