Los populares pasabocas, que empezaron en la cocina montuvia de los manabitas, en la actualidad han escalado al peldaño de lo gourmet. Se trata de los corviches, troliches, ceviche, viche, entre otros, que se vende en las esquinas de los barrios, locales tipo cafeterías y hasta forman parte del menú en los restaurantes de hoteles cinco estrellas de Manabí.

El iche es un sufijo, único  de Manabí. Según el historiador Eumeny Álava, nativo del cantón Bolívar, en el noreste de la provincia, datos recopilados de otros historiadores dan cuenta de que los iches serían parte de la lengua nativa de los habitantes precolombinos que poblaron la región. “Los iches están relacionados con la gastronomía ancestral, pues los materiales que se utilizan para la preparación son netamente costeños y especialmente de Manabí”, afirma Álava.

Por ejemplo en Manta y Portoviejo, ciudades donde se concentra más del 50% del millón de habitantes de la provincia, la venta de los bocaditos terminados en iches está por doquier.

En el puerto manabita, la familia Chica tiene tres locales regados. Ahí los corviches asados son los pasabocas de mayor demanda.

El plátano, maní y pescado son los ingredientes estrella de este alimento rico en carbohidratos que lleva en el centro una rebanada de pescado, de preferencia atún.

Mario Arias, un estudiante universitario en Manta, vende corviches en el sector de María Auxiliadora. Todas las tardes sale en su bicicleta a recorrer la zona.

Lleva 50 corviches y café preparado. La gente me grita: “Ey... corvichero”, es un halago -dice-. Así me gano algunos dólares para ayudar a mi madre y además pagarme los estudios en la universidad.

“Los alimentos que van acompañados del sufijo iche, tienen íntima relación con los saberes y sabores de Manabí”, añade el historiador Álava. A ellos se suman el maíz, maní y el cacao que constituyen el triángulo alimenticio de la región.

El maíz se siembra en los 22 cantones de la provincia. El maní es más territorial, está presente en las parcelas, especialmente en la zona rural de Portoviejo, Tosagua y Rocafuerte. Mientras que el cacao yace en las zonas más húmedas, pues crece y se desarrolla en el noroeste de la región.

La chef e investigadora de la gastronomía manabita, Fanny Vergara, afirma que los iches manabitas están relacionados con los habitantes de las culturas Jama-Coaque y Manteña. Se han encontrado en objetos de arcilla dibujos del maní que es el grano ancestral de Manabí.

Según Vergara, los platos insignes, que son una marca por la cual además es muy conocida la provincia, son el corviche, ceviche y el viche.

Estos iches son tan famosos en Manabí, en el país y hasta en el exterior, que por ejemplo el ceviche es conocido como el primer plato del día y del año.

Su consumo
El viche es el plato del encuentro y el corviche el pasaboca que está presente en las reuniones familiares e incluso en los eventos sociales y seminarios en los centros de convenciones y hoteles de alta gama de Manabí.

“Los componentes de los iches, como el maní, mariscos y verduras fueron utilizados de forma casera”, sostiene Vergara.

Asegura que esta es una región donde los sabores y saberes pasan de generación en generación y se mantienen, por eso los platos cuyas palabras llevan sufijos en iche siguen vigentes con el transcurrir de los años.

En el caso del ceviche, también recibió la influencia del maní. En el cantón Jipijapa, suroeste de Manabí, los habitantes de la cabecera cantonal incluyeron al ceviche de pescado una porción de maní molido para darle sabor. “Manabí es maní por todos lados, por eso es que ubicamos este aderezo”, resalta Vergara.

El plato estrella
El viche, que fue bautizado hace más de 20 años como “la sopa de los dioses” por la investigadora estadounidense Michelle Ofriend, es para los manabitas la fanesca. Es el plato más completo. Contiene verduras, camote, plátano maduro y la proteína a base de mariscos.

Ofriend destaca que lo cremoso del maní le pone el toque ancestral a esta sopa que hoy pervive no solo como un plato en los hogares de la provincia, pues ahora es muy conocida a nivel nacional.

La escritora peruana Rosario Olivares Weston, quien visitó Manabí en 2014, asegura que el maní, maíz y cacao son los ingredientes autóctonos en la región andina.

Si en Manabí son ampliamente utilizados, en Perú está presente en platos como el ichiapi, que es una mazamorra de maíz y maní acompañada con pollo.

También hay dulces que terminan en iche, como el troliche. En los cantones Rocafuerte y Bolívar se los elabora. Son bolitas pequeñas a base de azúcar, envueltas en papel blanco.

Además existe el árbol de pechiche, que da un fruto negro en pepa parecido al capulí en la Sierra. El olor de este dulce es agradable y perfuma el ambiente.

Con ese fruto se preparan las mistelas, mermeladas. Los dulces son empacados en envases de vidrio.

Antes -según Álava- se lo elaboraba para consumo familiar, pero ahora se vende en tiendas y supermercados.

Lo ofrecen los vendedores al filo de las vías especialmente en época de feriados y la temporada de playa de los turistas de la Sierra.

En Rocafuerte, centro de Manabí, los emprendimientos son a base de la elaboración de los dulces, entre ellos los troliches y las mermeladas de pechiche.

Los dulces son llevados fuera del país por el migrante manabita. (I)