Publicidad
Maestros ecuatorianos recuerdan hoy su día
Un accidente a sus tres años de edad afectó el oído de Rodrigo Salazar, un docente con discapacidad auditiva que labora en el Instituto Nacional de Audición y Lenguaje (Inal), en el norte de Quito.
Sin embargo, eso no fue impedimento para que su niñez transcurriera con normalidad. Aprendió lengua de señas.
El Inal le abrió sus puertas para obtener su bachillerato y su título de tecnólogo en informática.
En las aulas de esta institución conoció a Carla Silva, su esposa y la madre de sus dos hijos, que son parte de la comunidad hopa (hijos oyentes de padres sordos).
La directora del Inal, Fabiola Bonilla, conoció al docente cuando era estudiante; por eso se emociona mientras habla de él.
Ella es quien sirve de intérprete para conocer al docente, de 43 años, quien tras culminar sus estudios secundarios ingresó al Instituto Tecnológico Israel, donde se graduó de tecnólogo en informática.
Hace dos años ingresó al Inal como docente de lengua de señas. Desde el primer día tuvo empatía con los estudiantes, quienes están pendientes de sus clases.
Actualmente estudia a distancia Educación Básica en la Universidad Católica a la que asiste los sábados.
Según el Ministerio de Educación (MinEduc), 159.238 docentes forman parte del magisterio: 15.352 tienen contrato y 143.386, nombramiento. Hay 4.202 beneficiarios con maestrías internacionales, de los cuales 2.482 se graduaron el año pasado y 1.720 se encuentran en proceso de formación.
El sueldo básico con el que ingresa un docente con título universitario al magisterio es de $ 817; y si llega hasta la categoría A, $ 1.676.
En 2008, solo el 1,27% tenía un salario mayor a la canasta básica. Mientras que en 2016, el 88,25% de los maestros del sistema de educación pública ganaba un salario mayor a la canasta básica.
Otro de los aspectos que mejoró es la capacitación y actualización de conocimientos a través de la exigencia de tomar cursos presenciales de 330 horas. (I)