El Estado de excepción para reducir la tala ilegal en la provincia de Esmeraldas fue uno de los principales logros ambientales en 2013, según el Ministerio del ramo.

Los resultados de la intervención en esta provincia se dieron a conocer ayer en el Informe de Actividades del Ministerio de Ambiente (MAE). En la presentación se detalló que durante los 90 días del estado de excepción de Esmeraldas, se logró decomisar 2.665 metros cúbicos de madera. De ese total, se encuentra en proceso de verificación el origen y legalidad de 1.409 metros cúbicos.

“Se buscaba no solo garantizar el aprovechamiento legal de la madera, sino fomentar el manejo forestal sostenible”, mencionó la ministra del ramo, Lorena Tapia.

Otra de las metas alcanzadas, según el MAE, fue el manejo y protección de flora y fauna silvestre. En total se decomisaron 2.327 especímenes, entre ellos, 936 restos de animales silvestres.

Además, se incautaron más de 703 libras de carne de monte (de animales silvestres provenientes de cacería ilegal).

“Las provincias de Pichincha y Orellana fueron los sitios en donde se registró mayor número de aprehensiones”, indicó Tapia.

En cuanto a sanciones por delito ambiental, Tapia destacó el proceso legal contra el presunto cazador de un cóndor hembra. Esto ocurrió en Azuay en abril pasado. “No es posible que quede impune la muerte de una criatura emblemática”, dijo.

La funcionaria precisó que también se iniciaron ocho procesos por minería ilegal, además de 2.860 procesos administrativos. Están activos otros 116 juicios por varios delitos ambientales.

Con respecto a los proyectos para 2014, el MAE informó que se continuará con los controles en la tala ilegal de árboles. Para el proceso se implementó el Sistema de Monitoreo y Control de la Deforestación para Áreas Protegidas. También está previsto el proyecto de Control de Explotación Petrolera en el Bloque 43, ubicado en el Parque Nacional Yasuní.

Entre otras actividades, se fortalecerá el proyecto ‘Guayaquil Ecológico’, con el que se pretende reducir la contaminación en el Estero Salado. Por ello se retirarán 300 toneladas de desechos sólidos y habrá una campaña ciudadana. “Se desarrollarán nuevas estrategias como bioensayos y aplicaciones piloto para evitar que los desperdicios se arrojen al mar”, indicó Tapia.