El lugar fue optimizado y también permite la rehabilitación de adictos
Los pacientes no saldrán del hospital dermatológico
Tienen dificultad para desplazarse por los corredores. Varios ya utilizan sillas de ruedas para hacerlo, y otros prefieren no salir de sus domicilios por la extrema molestia que eso les representa. Esa es la realidad de los 24 pacientes de hansen que residen dentro del Hospital Dermatológico Gonzalo González (sector de La Vicentina), en el centroeste de Quito.
A esas complicaciones se sumaba una intensa angustia, porque creían que serían desalojados de las viviendas que ocupan por decenas de años y que se han convertido en testigos de su enfermedad. En sus cuerpos llevan las huellas del mal e incluso mutilaciones de dedos o piernas. A la mayoría su familia los ha olvidado.
“Nos han dicho que permaneceremos aquí, pero queremos un documento que nos garantice, porque antes nos han engañado. Tenemos avanzada edad y queremos terminar nuestros días con dignidad”, dice Juan Zurita, residente.
Otra inquietud que tienen es la falta de un médico general que esté pendiente de ellos para atenderlos en las complicaciones adicionales.
“Antes teníamos un doctor las 24 horas, pero ahora no. Hubo un compañero que se cayó y tenía intensos dolores y nadie le atendía. Solo después de 3 días vino el doctor y lo llevaron a hacerse las radiografías”, contó Miguel Ubes, quien tiene un pequeño kiosko al ingreso de la consulta externa.
Esta preocupación la comparte María Paredes, quien tiene a su padre Manuel en este hospital como paciente de hansen. Ella, con lágrimas en los ojos, dice que desde hace 2 meses los médicos internos se han trasladado a otros hospitales.
“Antes ellos estaban pendientes y les llevaban para hacerse los exámenes afuera, incluso a mi padre le llevaban a las diálisis por su cáncer en la ambulancia, pero ahora ya no están y eso nos preocupa; quisiéramos que sigan teniendo esa atención y no vuelvan a lo de antes”.
Alberto Apolo es uno de los residentes más jóvenes. Tiene 52 años y cuenta que hace un año les quitaron el comedor y teme que algo similar ocurra con las curaciones.
La directora médica del hospital dermatológico, Patricia Benavides, recalca que definitivamente los servicios de consulta externa y hospitalización que se brindan aquí pasarán desde el 15 de julio al Hospital Docente de Calderón, extremo norte de la capital.
“Es una decisión ya tomada, así como el permitir que los internos de hansen continúen viviendo aquí con un médico que esté pendiente las 24 horas del día”. La infraestructura que queda la ocupará el Centro de Salud de La Vicentina Alta y en el futuro se edificará un nuevo centro tipo ‘C’. Benavides asegura que la atención de calidad en el espacio no se suspenderá.
Las salas sin usar del hospital fueron destinadas para otros fines
En el hospital dermatológico desde hace un año y medio se implementó el Cetad o Centro Especializado en el tratamiento a personas con consumo problemático de alcohol y otras drogas.
La atención se da en 2 modalidades: el internado que cuenta con 54 camas y la atención ambulatoria a la que los pacientes acuden diariamente a cumplir un horario, a manera de jornada laboral.
Este ir y venir de los pacientes también inquieta a algunos residentes del centro dermatológico, quienes alegan que en sus habitaciones se han producido robos. “De la tienda comunal que la cuido desaparecieron $ 880 mientras me fui al almuerzo. Eso no había pasado antes”, indicó don Ángel Largo.
Por su parte Carlos Ambrosio, uno de los internos, que se rehabilita de su adicción a la cocaína y al alcohol, aclara que no son causantes de inseguridad y que lo único que desean es cambiar de vida.
Ellos defienden su derecho a estar en el centro y rehabilitarse. Consideran que las quejas de los vecinos del sector, de que han aumentado los robos, no tienen fundamento.
“Este centro de rehabilitación iba a ser momentáneo, pero ahora sabemos que va a quedarse y eso nos inquieta porque no hay seguridad en el barrio”, comenta Teresa Llumiquinga, propietaria de una despensa cercana al hospital.
El Cetad forma parte de los 9 centros especializados para rehabilitar a personas con problemas de drogas, planteados por el actual Ministerio de Salud.
Ambulatoriamente unas 400 personas han recibido atención terapéutica de hasta 6 meses en el Cetad, en Quito.
Benavides adelantó además que se tiene previsto aumentar la cobertura de las camas. (I)