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Ecuador, 02 de Febrero de 2025
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El Telégrafo
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Entrevista / julián augusto reyna / secretario general de la comisión permanente del pacífico sur

“Los océanos absorben más CO2 que los árboles y generan más oxígeno”

Foto: William Orellana/ El Telégrafo
Foto: William Orellana/ El Telégrafo
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Una campana antigua de barco, varias conchas y objetos para la navegación reposan en un escritorio de la oficina de Julián Reyna, el director de la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS). Esta organización tiene su sede oficial en Guayaquil desde 2006, y desde hace más de 60 años fue creada por 4 países de América Latina: Colombia, Perú, Chile y Ecuador, como un esfuerzo para proteger los mares de la región y promover una actividad pesquera responsable.

Una de las primeras propuestas de la CPPS se remonta a 1952, cuando se introdujo la tesis de que los países tengan soberanía sobre 200 millas de su mar territorial.

Hoy los océanos tienen nuevos desafíos, dice Reyna, un capitán de navío retirado y quien desde su visión asegura que el Pacífico Sur debe ser preservado con especial atención, porque ayuda a otros mares del mundo con más presión ambiental. El especialista defiende además otra teoría: la relación entre los oleajes y el cambio climático.

¿Cómo explicamos esta relación entre el oleaje y el cambio climático?

Primero hay que definir algo, el oleaje o marejada, como lo llaman en otros países, siempre ha existido, incluso antes del cambio climático. Las olas que vemos normalmente en la playa son producto de la energía transferida por el viento hacia la superficie oceánica, cuando hay una tormenta en el mar esas olas son más grandes porque el viento y la energía son mayores.
Antes había estas tormentas, pero no eran tan frecuentes, tan potentes y no había un cambio tan drástico del nivel del mar. Al momento como hay más energía en la atmósfera por las altas temperaturas, las olas son más grandes y la llegada a las costas son más fuertes. Antes el nivel del mar estaba más arriba, pero con el derretimiento de los casquetes polares, la ola que llegaba un nivel más bajo, ahora sigue de largo y se lleva todo a su paso. Si bien el oleaje es un fenómeno natural, se ve aumentado por el cambio climático.

Con respecto a El Niño, ¿estamos viviendo un fenómeno retrasado?

La postura de los 4 países de la CPPS es que estamos viviendo ya un fenómeno El Niño, pero no es tan intenso. Lo que se debe aclarar es que el fenómeno no tiene estacionalidad, se ha podido establecer una periodicidad. Por eso se monitorea el océano y el nivel de mar constantemente, nosotros tenemos un crucero oceanográfico que lo hace cada año.

Si el cambio climático es una amenaza para los océanos porque exacerba condiciones naturales, ¿qué otras amenazas enfrentan los mares?

Se debe entender que el océano es el mundo, es más importante que la parte terrestre, pues recordemos que el 70% de la superficie está cubierta de agua. Los océanos regulan la energía y el clima, incluso absorben más CO2 que los árboles y generan más oxígeno que la propia Amazonía. Es tan importante que obviamente está amenazado y un ejemplo es la sobreexplotación pesquera; la contaminación marina por plástico es también realmente devastadora para los mares.
Otro de los problemas es la presión sobre la zona costera y la destrucción de los manglares, porque cada vez es más apetecido vivir frente al mar o se construyen hoteles que si bien ayudan al turismo causan otros perjuicios.

¿Qué es más perjudicial, calentar el océano o que se convierta en un repositorio de CO2?

Lo que sucede es que el océano tiene muchas microalgas que absorben el CO2 y generan más oxígeno. A medida que se entrega más CO2 este elemento se vuelve ácido carbónico y diluye las partículas de carbonato de calcio, que es el componente de los exoesqueletos de conchas o arrecifes. Si el carbonato es eliminado, los organismos empiezan a debilitarse y no pueden vivir.

¿Entonces, esta acidificación de los océanos es un tema para preocuparse?

Es algo de preocuparse y mucho, en especial los mares que son cerrados como el Ártico, el Mediterráneo o el Caribe. En el primero es de preocuparse que se explore petróleo u otro elemento porque los accidentes (derrames) pasan aún con toda la tecnología e inversiones de por medio. Claro que tenemos que hacer el análisis que si tenemos el petróleo allí y no lo utilizamos, pero necesitamos dinero para escuelas, hospitales y también para proteger el medio ambiente.
El Pacífico es una cuenca inmensa y tiene más interacción, y por eso necesita más cuidado porque ayuda a mantener a los otros. (I)

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