Es un tráiler pero tiene las características de un aula. Hay pupitres para 30 estudiantes y en cada uno está instalada una tablet. No hay cuadernos ni libros porque la información es recibida mediante el dispositivo conectado a Internet. El profesor utiliza una pizarra digital y con ayuda de un sensor da doble click en la superficie para abrir un programa de dibujo y luego empieza a recortar y pintar figuras.  

Este escenario pertenece al proyecto ‘Escuelas Interactivas’ de la Prefectura de San José de los Campos en Sao Paulo, Brasil. En julio pasado, el gerente de la Empresa Pública Yachay, Héctor Rodríguez, y autoridades del Gobierno visitaron las instalaciones con la intención de aplicar la idea en el país y así fortalecer el trabajo de los infocentros.

El profesor de Arte del proyecto brasileño ‘Escuelas Interactivas’, Daniel Buono, explicó que hay aplicativos básicos para trabajar con los estudiantes de acuerdo a la edad. “Los programas que se utilizan con menores de 6 años tienen música y son dinámicos”, indicó.

Actualmente, las 47 escuelas municipales de la localidad brasileña tienen este método de enseñanza que,  según opinión de Buono, es beneficioso porque los niños pueden captar la información a través de la imagen, video o música, diferente al modelo tradicional.

Para Buono, el método de aprendizaje que se espera implementar en Ecuador es viable considerando la infraestructura instalada. “Todas las escuelas deben tener fibra óptica para tener internet de alta velocidad. Ese es un punto crucial para que el proyecto salga adelante”.

Buone rescata que en Ecuador hay 489 infocentros comunitarios, que cubren el 78% de los cantones rurales, según el Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información. Además hay un Megainfocentro en la parroquia de Tumbaco, Pichincha, que ha beneficiado a 70.524 pobladores.

Estos espacios son equipados con computadoras e internet y se convierten en centros de aprendizaje continuo y en puntos de consulta gratuita para la ciudadanía. A través de los infocentros, desde 2012 hasta abril de este año, 101.199 personas se han capacitado en el país en el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

La tecnología en la formación

Si en Brasil tiene su formación tecnológica para niños, en Guayas hay una experiencia parecida para adultos. Se trata del Centro Tecnológico Popular (CTP) de la Prefectura del Guayas, presenta desde hace 7 años.

Según el director encargado de la entidad, Henry Carrascal, hasta la fecha se han capacitado 57.792 personas entre 8 y 70 años, de las cuales el 60% es de mujeres y el 40%  hombres.

El objetivo del CTP es lograr que Guayas se convierta en la primera provincia en la que se haya erradicado el analfabetismo digital por lo que se instalará otra sede en el barrio popular Monte Sinaí.

Un estudio determinó que en la zona hay un bajo conocimiento de informática y que quienes conocen un poco “lo subutilizan para interrelacionarse, a través de las redes sociales; hacer una tarea y no como una herramienta propia para sus tareas profesionales”. En los planes también está contemplado un proyecto de capacitación online a los pobladores de cantones, a través de un convenio con las Alcaldías, según comentó Carrascal.

Por ahora las capacitaciones continúan en las instalaciones ubicadas en las calles Alfredo Valenzuela y Venezuela, en el suroeste de Guayaquil, en 3 etapas de formación. En la primera los inscritos aprenden a manejar las herramientas básicas de la computadora, en el segundo nivel se preparan sobre ofimática (programas como Word, Excel y Power Point) y en el tercer nivel obtienen la Capacitación Tecnológica Avanzada (CTA), en la que enseñan las herramientas de búsqueda por medio de internet.

Luego cada uno puede tomar cursos de especialización en Excel avanzado, diseños de páginas web, contabilidad computarizada, programación, entre otros. Concepción Jara, de 68 años, que asiste a los cursos, expresó que gracias a la metodología ya aprendió a manejar varias herramientas informáticas.

La capacitadora Érika Ramírez indicó que en cada aula se utiliza el programa Net Support School que permite monitorear al grupo de estudiantes, desde su computadora, y ayudarlo cuando requiera orientación personalizada. En los salones también se han instalado pizarras interactivas que “sirven para que el estudiante asimile mejor los temas de la parte teórica”.