Los autos eléctricos garantizarían la reducción del uso de gasolina

Por Andrei Briones Hidrovo

El vehículo eléctrico (VE) tiene sus primeros orígenes en el siglo XIX. Desde entonces la idea se ha desarrollado. Su máximo despunte lo alcanza en la actualidad, frente a los indiscutibles avances tecnológicos y a la problemática energética y ambiental a la que nos enfrentamos.
 

En primera instancia fueron los vehículos híbridos (motor de combustión interna más motor eléctrico) los que tomaron la posta. A partir de estos es que revolucionan y salen al mercado los vehículos eléctricos. Analicemos estos tanto a nivel nacional como mundial en aspectos técnicos, políticos y económicos.

Veamos qué pasa en el mundo. Uno de los sectores que mayor demanda tiene de petróleo y gas natural es el transporte. Desde inicios de este siglo se hace gran esfuerzo para encontrar una solución al transporte, con la finalidad, entre otras cosas, de contaminar menos. En esta búsqueda se han innovado los vehículos comunes, híbridos, con una importante acogida hasta que surge el eléctrico como la mejor alternativa al convencional.

En sus inicios presentó más desventajas como la poca autonomía, baja velocidad, alto coste, dificultad de carga, entre otros.

Frente a esto, las grandes empresas creadoras realizan mayores avances tecnológicos y llegan a fabricar autos más versátiles con características que los ponen a competir con los actuales vehículos con motor de combustión interna, que a la vez son económicamente más asequibles.

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Era cuestión de tiempo para que este momento llegara. No obstante es poca la demanda de estos vehículos a nivel mundial. ¿Por qué el vehículo eléctrico no copa el mercado del transporte aún?, ¿qué sucede?, ¿por qué no despunta?

 A priori la respuesta más sensata y común sería el precio que tienen, lo cual no tendría sustento ya que los precios entre los vehículos convencionales y eléctricos están casi a la par.

Las soluciones al problema energético mundial (ligado a la contaminación ambiental) no vienen dadas solamente por los grandes avances técnicos y tecnológicos. Hay que reconocer que en general se carece de una arquitectura tecno-energética que permita el normal desenvolvimiento del vehículo eléctrico dentro de las ciudades.

El negocio del petróleo

El mercado del petróleo en el mundo es tan fuerte que quienes lo controlan ven amenazado el mismo por la introducción de nuevas tecnologías que ya no dependen de este. Eso sería el símil de la energía solar.

El petróleo y su oligopolio no dan paso a la masificación de las nuevas tecnologías; recordemos que muchas de estas empresas petroleras privadas, ligadas a las transnacionales, también, tienen metidas ‘sus manos’ en el desarrollo de tecnologías energéticas con lo cual lograrían influir en la inserción de estas en el mercado.

Creería que existe una doble moral aquí. Si por una parte manejan el petróleo, por otra, hacen creer que tienen verdadero interés por buscar una solución a la dependencia del petróleo, sin embargo parecería que estuvieran más enfocados en mantener sus intereses.

A esto habría que sumar las políticas energéticas y la gestión de cada país para contribuir a la inserción de los vehículos eléctricos; detalles técnicos, por ejemplo ¿hay suficiente material para fabricar las baterías de litio que requieren?, ¿qué hay de los intereses de cada país? En conclusión, la masificación de los VE depende de muchos factores.  

Características técnicas

Entre las características técnicas de estos vehículos destacan cualidades importantes: el rendimiento que en los vehículos convencionales está por debajo del 25% frente al de los vehículos eléctricos que oscila entre el 60% y 80%; y la no emisión de gases contaminantes ya conocidos.  

Estos dos aspectos son suficientes para introducirlos en el mercado, que de ser así las electrolineras (lugares para cargar los VE) se implementarían con la demanda.

No nos olvidemos de que dichos vehículos se pueden recargar desde la casa y que hoy presentan una autonomía suficiente para movilizarse dentro de las grandes ciudades (ir y venir del trabajo). Por otra parte, si bien es cierto que no existe uso de derivados de petróleo ni contaminación, estos vehículos requieren de baterías de tamaños considerables, las cuales se fabrican a base de recursos no renovables, tienen que cambiarse cada cierto tiempo y que en la fabricación de esta se ha contaminado.

Esto indica que a lo mejor el vehículo eléctrico no sería la solución definitiva, pero sí una solución transitoria con la que al menos se garantizaría la reducción de consumo de derivados de petróleo (combustibles y aceites lubricantes) y por ende de emisiones.

También es de relevancia el origen de la energía eléctrica de la cual se abastecería mientras provenga de fuentes renovables, caso contrario habría que analizar si convendría o no utilizarlos frente a los vehículos convencionales.

Por su parte, Ecuador acierta con la introducción de estos autos a través del convenio Marco para la Promoción, Comercialización y Perspectivas de Fabricación de Baterías y Vehículos Eléctricos, con lo que sigue su curso el cambio de la matriz energética y productiva.

Esto no solamente tiene impacto a nivel local, sino mundial, ya que el país a pesar de ser productor de petróleo genera una ruptura en el mercado de este; ruptura importante en el camino hacia la independencia de los recursos no renovables y que deja un claro mensaje de que sí se puede apostar por otras tecnologías.

Lo cierto es que la futura venta en el país viene de la mano de circunstancias importantes tales como la generación de energía eléctrica a partir del agua (hidroenergía), el tamaño del país, la calidad de las carreteras, etc.

Incentivos para la utilización de dichos vehículos ayudarían a su adquisición, sobre todo para los taxistas que tienen un alto rodaje diario.

No solamente los VE son de importancia aquí; los híbridos también, pues estos consumen hasta un 75% menos de combustible frente al convencional, con lo cual se contribuiría   a reducir el consumo de combustibles de derivados de petróleo. (I)

Datos

Las acciones de la estatal brasileña Petrobras subieron más de 4% en la Bolsa de Sao Paulo tras el anuncio de que la petrolera había obtenido un financiamiento del Banco de Desarrollo de China (CDB) por $ 3.500 millones.

Sumida en un escándalo de corrupción, Petrobras perdió unos $ 27.000 millones en valor de mercado en el transcurso del año, según datos de la consultora Economatica.

Pero el acuerdo alcanzado con el banco chino hizo que sus acciones se dispararan un 6,27% el miércoles.