"Los autistas no tenemos problemas de aprendizaje, tenemos súper poderes de aprendizaje" (VIDEO)
En las clases de Matemáticas, David Cano, prefería leer la Biblia antes que atender la clase. Su maestro se molestaba y le llamaba la atención.
David tenía 9 años cuando eso le ocurrió. Al principio no entendió por qué el profesor se molestaba tanto con él. "Desde ese día me convertí en ateo", confesó.
De eso pasaron 20 años, pero David sufrió momentos amargos que en un principio no comprendía la razón. En la escuela los niños lo molestaban, pero él se preocupó por vivir su fascinante mundo. A los 4 años aprendió a hablar, a los 9 años leía solo y a los 12 años hablaba inglés.
Tampoco ponía atención a lo que sus profesores impartían en la escuela, así que su afición la dedicó a la Geografía y al mundo de los dinosaurios. "Todo lo aprendí solo porque los maestros no se animaban a enseñarme", dijo el joven.
David tiene una expresión parca. Sonríe muy poco y no le gusta que le tomen fotos, mucho menos que lo filmen, pero está abierto a hablar sobre un desorden del cual confesó haberlo manejado muy bien. Él sufre del Síndrome de Asperger, un conjunto de problemas conductuales que forman parte de los trastornos del espectro autista.
En el Centro de Convenciones Eugenio Espejo, en Quito, se inauguró hoy un encuentro del "Abordaje del Espectro Autista en el Ecuador", a cargo de la Secretaría Técnica de Discapacidades (Setedis), en donde médicos y padres de familia se reunieron para hablar sobre el tema.
Y es que este desorden no solo afecta a los pacientes. También involucra a la familia. Eso lo sabe muy bien Jéssica Villagómes, quien dejó de trabajar para cuidar a su hijo de 7 años. Su madre Blanca Villagómes y su hermano, Víctor Hugo, sostienen el hogar, mientras Jéssica lleva a su hijo a tratamiento de equinoterapia, canoterapia, talleres de música y asistencia psicológica.
La mujer reconoció que lo más doloroso no fue que su esposo la abandonara después de conocer el trastorno del niño, sino lidiar con la gente que no entiende su situación. "A veces, en el bus la gente me mira extrañada, pero eso no me interesa con tal de que mi hijo salga adelante", recalcó.
Al encuentro acudieron los miembros de la Asociación de Padres y Amigos para el Apoyo y la Defensa de los Derechos de Personas con Autismo en el Ecuador (APADA), que se integra por 100 progenitores. Javier Montalvo, presidente de la organización, es testigo del sufrimiento de Jéssica, así como de los otros miembros, pues su hijo también padece de autismo.
El próximo 27 de marzo, la asociación cumplirá un año de su conformación y aunque apoyar a los padres es una tarea muy dura, Javier aseguró que seguirá con su labor. "Mi hijo es una bendición. En lugar de quejarme, solo puedo darle amor y animarlo a luchar".
David es otro luchador y al contrario de lo que el resto de la gente cree, comentó con orgullo ante el público: "Nosotros no tenemos problemas de aprendizaje, tenemos súper poderes de aprendizaje".
Más información
En el Centro de Convenciones Eugenio Espejo, en Quito, se desarrolla el evento sobre Autismo. La cita culmina el 15 de marzo.
En el Ecuador no existen cifras oficiales. Según Secretaria Técnica de Discapacidades, en el mundo, uno de cada 110 niños presenta este diagnóstico.
El 12 de marzo, en Quito, la doctora Anabel Cornago ofrecerá el taller "Técnicas para el Desarrollo de Habilidades de Lenguaje y Socialización en niños dentro del Espectro de Autismo".
