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Londres cierra su último canódromo
Uno de los pasatiempos típicos de las clases populares de Londres, las carreras de galgos, desaparecerá en los próximos días con el cierre de su último canódromo.
Londres tuvo 20 de estos circuitos, que atraían a miles de apostadores, para una tarde de entretenimiento barato, pero solo queda uno, el Wimbledon Stadium.
Víctima de los cambios culturales y del avance imparable de la construcción, hoy se disputarán en él las últimas carreras antes de su demolición.
La instalación, construida en 1928, será sustituida por 600 apartamentos y un nuevo estadio de 11.000 plazas para el equipo de fútbol de tercera división AFC Wimbledon. En el penúltimo día de carreras, los aficionados a este deporte lamentaron el cierre.
Vestido con una gorra chata, John Henwood, de 68 años, lleva 34 como corredor de apuestas.
Tradición importada de Estados Unidos en los años 1920, las carreras de galgos florecieron en todo el país, en grandes estadios.
Pero Catford cerró en 2003 y Walthamstow, en 2008, dejando a Wimbledon -sede del English Derby, la carrera más importante del país- como el único con un código postal londinense.
En el resto del país sobreviven 30 circuitos. Aunque es una alternativa barata a las carreras de caballos, su atractivo se ha ido perdiendo desde que, en 1961 se legalizaron los establecimientos de apuestas que llenan las calles, y dejaron de ser uno de los pocos lugares donde jugarse el dinero legalmente. Para Henwood “ninguno de los canódromos cerró porque no fuera popular, sino por el valor del terreno”, dijo Henwood. (I)