Normalmente el desarrollo de una vacuna toma entre 2 y 4 años, especifica un comunicado de la OMS (Organización Mundial de la Salud), pero ante la premura de solucionar el actual brote del ébola, el medicamento estaría listo en marzo.

La primera de las 2 vacunas, cAd3-ZEBOV, está a cargo de la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. La segunda, rVSV-ZEBOV, fue desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, aunque la licencia de comercialización la tiene la empresa estadounidense NewLink Genetics, de Iowa.

Ninguna de las 2 ha sido probada aún en humanos y por tanto se desconoce de su efectividad. Precisamente estas pruebas son las que serán aceleradas, para así tratar una epidemia que ya ha cobrado la vida de más de 3.000 personas.

La OMS expresa la necesidad de que algunos “donantes internacionales importantes deberían anunciar contribuciones económicas para que estas etapas de desarrollo puedan llevarse a cabo sin dilación”, concluye el comunicado.