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El investigador recomienda un fondo de $ 1.400 millones para asistir problemas sanitarios
Las 'superbacterias' provocarían una muerte cada tres segundos en 2050
Las superbacterias, aquellas con alta capacidad para resistir los efectos de los antibióticos, provocarían para 2050 la muerte de al menos una persona cada tres segundos, a menos que la comunidad internacional actúe de inmediato para superar ese flagelo.
De acuerdo a la “Revisión por la resistencia a los antimicrobios”, del experto británico lord Jim O’Neill, para mediados del siglo morirán 392.000 personas al año en América Latina; 317.000 en América del Norte, 390.000 en Europa y 22.000 en Oceanía. En Asia, el número de muertos por año debido a las superbacterias trepará a 4,7 millones de personas, mientras que en África la cifra será de 4,1 millones.
El informe O’Neill pidió por una ‘revolución’ en la forma que los antibióticos son utilizados, pues gran parte de la población se automedica. Desde mediados de 2014, más de un millón de personas murieron de infecciones provocadas por superbacterias muy resistentes a los antibióticos.
El documento advirtió que la situación empeorará en 2050, cuando estima que podrían morir anualmente al menos 10 millones de personas debido a infecciones muy resistentes a antibióticos. El informe recomendó establecer un fondo de inversión global de $1.400 millones para las distintas etapas de investigación contra las superbacterias; mejorar el acceso al agua potable, a servicios sanitarios y hospitales limpios para prevenir infecciones y reducir el uso innecesario de antibióticos en el sector agrícola, incluyendo una prohibición en aquellas drogas consideradas como ‘altamente críticas’ para la salud.
También pidió mejorar controles por la propagación de bacterias resistentes a antibióticos; pagar a compañías farmacéuticas hasta 1.000 millones de dólares por cada nuevo antibiótico descubierto; dar incentivos financieros para crear nuevos controles por el uso indebido de antibióticos, y promover el uso de vacunas alternativas a las drogas.
El documento justificó la financiación económica para tomar ‘acciones urgentes’ y dijo que ese dinero podría salir de los presupuestos de salud de los países o de impuestos extras gravados a compañías farmacéuticas que no invierten en investigación de antibióticos. “Debemos informar de distintas maneras y en todo el mundo, por qué es crítico dejar de considerar los antibióticos como si fueran golosinas”, explicó lord O’Neill a la BBC.
“Si no resolvemos el problema, terminaremos en las Edades Medias y muchas personas morirán por bacterias resistentes. Hemos hecho bastantes recomendaciones desafiantes que requerirán que dejemos nuestras actitudes de comodidad porque de otro modo no resolveremos el problema”, continuó.
La investigación concluyó que en el futuro, una operación simple como la apendicectomía o el reemplazo de cadera podría volverse una intervención quirúrgica letal. Tratamientos contra el cáncer o trasplantes de órganos podrían llevar a la muerte del paciente.
El ministro de Economía británico, el conservador George Osborne, afirmó que el costo económico por una falta de acción al respecto “es demasiado grande para no tenerlo en cuenta”. “Convoco a otros ministros de Finanzas para unirnos este año y trabajar junto al sector farmacéutico y sanitario, con el fin de acordar una respuesta común”, subrayó.
En tanto, John Rex, del área de antibióticos de la compañía farmacéutica AstraZeneca, dijo que una nueva forma de pagar por las drogas, como propone el informe global, es “más que necesaria”.
“Estos modelos deberían reconocer a los antibióticos como equivalentes dentro del área de salud de los matafuegos: deberían estar disponibles en todo momento, y tener valor incluso cuando solo se usa infrecuentemente”.
En su revisión, lord O’Neill criticó duramente al sector agrícola por utilizar antibióticos para mejorar el crecimiento de animales. En Estados Unidos, el 70% de los antibióticos (vendidos por peso) son para uso en animales. Esa práctica amenaza con propagar a los humanos bacterias resistencias a antibióticos. Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Wellcome Trust y la Royal Society de Londres, elogiaron el informe.
La doctora Grania Brigden, del grupo benéfico Médicos Sin Fronteras, sostuvo que aunque el reporte es un primer paso importante “no va suficientemente lejos”. “Las infecciones resistentes a las drogas son una amenaza a nuestra labor en el mundo, desde los heridos en conflictos bélicos en Jordania hasta los recién nacidos en Níger”, destacó Bridgen.
La experta indicó que el reporte O’Neill “propone nuevos financiamientos para superar las falencias de investigación y desarrollo del sector farmacéutico, pero no aseguran necesariamente el acceso a herramientas ya existentes o nuevos productos emergentes”. “Por el contrario, en algunos casos la solución del reporte es simplemente subsidiar altos costos en lugar de tratar de resolverlos”. (I)