La espera terminó para los fieles católicos, Francisco pisó suelo ecuatoriano a las 14:44 de este domingo 5 de julio en medio de la espectativa regional que presencia la primera visita oficial del papa del fin del mundo a su continente.

Luego de un periplo que arrancó en Roma -a las 02:00-, el líder de la Iglesia Católica salió de la nave de AirItalia para saludar a las personas que lo esperaban en el aeropuerto Mariscal Sucre de la capital. Pero lo primero que recibió al Sumo Pontífice fue el ventarrón de Tababela que, incluso, hizo que a Jorge Bergolio se le volara su solideo (gorro característico de los papas). El chusco momento no hizo perder el buen humor al argentino que, sin embargo, se notaba cansado por el viaje.

#PapaFrancisco bajó del avión que lo trajo desde el Vaticano a #Ecuador #visitapapalec. Vine: @dandreamaiquema https://t.co/Qay4RNtVXs

— Diario El Telégrafo (@el_telegrafo) julio 5, 2015

El presidente Rafael Correa, junto a su esposa Anne Malherbe, fueron los primeros en recibir a Francisco. Los dos jefes de Estado -Francisco es el líder del Estado del Vaticano- rompieron los protocolos y se brindaron un emotivo abrazo. El papa cruzó la calle de honor compuesto por niños de comunidades indígenas del país, los saludó a todos.

Luego vinieron los discursos de rigor. Correa destacó la presencia de un líder religioso que mantiene una batalla por la justicia social; el argentino agradeció el cariño del pueblo ecuatoriano y prometió al gobernante sudamericano todo su apoyo para el desarrollo del país.

Era hora de que Francisco subiera al vehículo que lo trasladaría por la Ruta Viva hasta Monteolivo en donde lo esperaba el papamóvil. Antes de abandonar la pista ocurrió uno de los hechos que partió el formalismo: El periodista Fabrizio Cevallos, de la Televisión Pública, pudo acercarse hasta el automomotor y solicitarle a Bergoglio su bendición y un selfie. Como es costumbre en el Papa, la petición fue concedida.

Ya en la Ruta Viva cordones interminables de fieles saludaban el paso del Papa. Por momentos, sobre todo al inicio del recorrido, algunos lograron romper el cordón de seguridad, pero no se registraron hechos que lamentar. Ya en Monteolivo, el Vicario de Cristo se montó en su tradicional papamóvil para tener un contacto más directo con los ciudadanos. Las tomas aéreas mostraban a un Quito volcado a las calles para saludar al ilustre visitantes que al llegar a la Nunciatura Apostólica se bajó del papamóvil, saludó a los creyentes y a paso lento ingresó al sitio en el que descansará todos los días en los que esté en el país. Mañana se espera que las mismas escenas de fervor y admiración se replique en Guayaquil. (I)