Las pantallas gigantes son claves en Samanes
El intenso calor que se siente en estos momentos en el Parque Samanes -se estima que por encima de los 30 grados centígrados- golpea con fuerza a las decenas de miles fieles que están a la espera de la misa que oficiará el papa Francisco.
Los miles de voluntarios dispuestos en los bloques están constantemente entregando botellas de agua y se prevé que en pocos minutos los bomberos pasen cerca de las masas humanas para rociarlas con agua lanzadas desde las motobombas.
Desde la tarima en donde se desarrolla un acto previo a la misa se aconseja a los presentes mantenerse en sus respectivos bloques, a pesar del intenso calor, para evitar extravíos de personas, sobre todo de grupos sensibles como ancianos o niños.
Pero un hecho ha motivado que los fieles soporten las altas temperaturas: la transmisión en vivo y en directo de las actividades del Sumo Pontífice a su arribo a Guayaquil. Los ciudadanos, con cada paso del papa argentino, vibran con las imágenes. El momento más estruendoso fue cuando el líder de la Iglesia Católica descendió de la aeronave que lo trajo al puerto principal.
Alfredo Narváez, coordinador general de los voluntarios en el Parque Samanes, cada 30 minutos se dirige a los presentes para darle las directrices sobre el acto como el despeje de las vías cuando llegue el religioso para el paso del papamóvil. Además, cada 25 minutos se emite un video con las especificaciones sobre la evacuación del recinto cuando culmine la misa papal. (I)