El estudio se desarrolló con 362 menores de edad en 21 cantones de Ecuador
Las niñas tienen menos tiempo de ocio que los niños
El cuidado del hogar, independiente del estrato social, se lo deposita en las mujeres. Esa es una de las conclusiones a las que llegó el estudio de Plan Internacional sobre “La realidad del trabajo doméstico en niñas y adolescentes en Ecuador”.
El análisis de la organización puso en evidencia que las niñas y adolescentes mujeres no tienen tiempo de ocio, ya que dedican casi 6 horas diarias al trabajo doméstico, catalogado como ‘simples ayudas’; y sin el reconocimiento de ellas, ni de la familia. (Ver infografía).
“Desde pequeñitas crecen con el temor de enfrentarse al mundo público solas porque no han desarrollado las habilidades necesarias”, indica Rossana Viteri, directora de Plan Internacional.
La mayoría de ellas combina las tareas domésticas con el cumplimiento de sus deberes escolares por lo que se mantiene a la par en la escolaridad con el hombre. La presencia de un embarazo en la adolescencia sí está ligado a una mayor deserción escolar en la población femenina entre 15 y 16 años.
El estudio indica que el 34% de las jóvenes no completa el bachillerato y que la situación actual restringe sus derechos privándolas de un acceso a otro tipo de futuro.
“Algunos padres, cuando tienen hijas adolescentes, creen que es innecesario invertir en su educación secundaria porque se excusan en aspectos como que se van a casar o se embarazarán pronto; y para prevenir eso es mejor que se queden en casa realizando tareas domésticas”, agregó Viteri. Para las participantes del estudio, las condiciones culturales aún siguen prevaleciendo en las condiciones de la mujer.
“Existen 3 mandatos que culturalmente se asocian a la mujer: trabajo doméstico, maternidad y la necesidad de ser protegidas por un hombre. Mientras esto no se modifique en todos los estamentos sociales no se podrá avanzar en la construcción de una igualdad de género, por el contrario se lo seguirá reproduciendo”, indicó la consultora Gloria Ardaya.
La realidad presentada en el estudio determina que solo una acción conjunta de todos los estamentos de la sociedad, desde la familia, la escuela y las entidades públicas, podrán modificar la actual situación en los hogares nacionales. “Este problema merece una actuación intersectorial decidida”, dijo Betty Tola, titular del MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social. (I)