184.000 muertes en el mundo se asocian al consumo excesivo de colas
Las gaseosas afectarían a la memoria e inteligencia
El fin de semana Juan Cabrera cumplió 50 años y en la mesa no faltó la cola de 2 litros para acompañar la comida y la porción de torta. La bebida se repartió nuevamente para continuar la celebración.
La realidad del consumo de bebidas azucaradas y té helados en Ecuador no se compara a la de Estados Unidos, Canadá o México, a pesar de ello el número de casos de personas con obesidad y diabetes es cada vez más alto. En el país la diabetes es la principal causa de muerte.
Precisamente las complicaciones fatales relacionadas con la diabetes y las enfermedades cardiovasculares fueron objeto de estudio de investigadores de EE.UU. y Reino Unido. Los científicos anunciaron la semana pasada que al menos 184.000 muertes en el mundo estarían asociadas al consumo excesivo de gaseosas. “Entre los 20 países con más muertes vinculadas a las bebidas azucaradas, al menos 8 eran de América Latina y Caribe, lo que refleja el elevado consumo en esta parte del mundo”, dijo Gitanjali Singh, principal autor del estudio.
A esta noticia se sumó la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de implementar un impuesto a las bebidas azucaradas o aumentarlo en los países que sí existe. Además emitió una nueva directriz sobre la ingesta de azúcares y dijo que la industria de refrescos debería mantenerse al margen de las políticas de salud.
Fue una semana en contra para la industria de los refrescos y colas, con todos apuntando hacia ellos como los responsables del aumento de diabetes y obesidad. Este diario consultó, mediante correo y vía Twitter, a varias empresas en Ecuador que se dedican a la distribución de jugos, refrescos y colas, para conocer su postura sobre el tema, pero no obtuvo respuesta.
Un impuesto, ¿la solución?
La nutricionista María de Lourdes Ron, del Hospital Guayaquil, cuenta que a su consultorio llegan personas que toman gaseosas pasando un día, “cuando recomiendo que eviten tomarla y que consuman agua, ellos me dicen que ya van a dejarla, pero que les cuesta porque es rica”.
Ron considera que el impuesto sobre las gaseosas, tal cual aconseja la OMS, sería un método para disminuir su consumo y con ello los índices de obesidad. “Si bien el consumo depende de cada persona, también del bolsillo y esto causaría un impacto, porque las personas lo pensarían 2 veces antes de pagar por un jugo o una cola, por ejemplo si una persona tomaba 2 gaseosas cada fin de semana lo haría una vez a la semana”.
Para la experta en nutrición Narcisa Zambrano de Lecaro, el remedio no es poner un impuesto, sino educar a la gente con campañas. “Lo que tiene que hacer la OMS, el gobierno de Ecuador y de otros países es promover iniciativas que adviertan por qué hacen daño”. Por ejemplo, un vaso o lata de cola de 16 onzas al día se traduce en 16 libras más de peso.
Hace un par de años fue propuesto por el Gobierno de México un gravamen especial de un peso por litro a las bebidas azucaradas, como una medida para combatir la obesidad.
En ese entonces The Coca-Cola Company, mediante un comunicado, rechazó la medida, “un impuesto sobre bebidas no está justificado. La gente consigue calorías de muchos alimentos y fuentes de bebidas, y un impuesto sobre un producto no resolverá un problema tan complejo como la obesidad”, dijo la firma.
Agregó que los refrescos y otras bebidas endulzadas con azúcar representan solo entre el 5,5% y el 6,6% de las calorías promedio en la dieta de los mexicanos, considerados los mayores consumidores per cápita de refrescos en el mundo.
Al impuesto se añadió uno reciente a las comidas chatarras. Desde este miércoles varias tiendas en México, como Oxxo y 7Eleven, comenzaron a aplicar el impuesto a sánduches, tortas, molletes, tacos, tamales, burritos, hot dog, nachos, alitas, chapatas, cuernitos, pizzas, pepitos, entre otros.
¿Qué tan grave es el consumo excesivo de sodas?
En Ecuador el consumo de snack, y comidas grasosas es alto. Según la encuesta Ensanut, en el país 6 de cada 10 personas tienen sobrepeso u obesidad en el 70% del país (18 de 24 provincias).
Además de la diabetes e hipertensión, otras enfermedades atribuidas al consumo alto de bebidas son el Alzheimer y la arterioesclerosis.
Ron agregó que las gaseosas por los ingredientes que contienen, como edulcorantes y el ácido fosfórico, causan un efecto negativo en la sinapsis. Esta es la unión de las neuronas para poder pasar la información necesaria, al consumir colas en exceso se origina un efecto adverso en la memoria y la inteligencia.
Además, las investigaciones de la OMS evidencian que los niños con los niveles más altos de consumo de bebidas azucaradas tienen más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad que aquellos con un bajo nivel de consumo de este tipo de bebidas.
El debate continúa y al parecer la balanza se inclina a los organismos y médicos que se oponen al consumo exagerado de gaseosas. (I)