Publicidad

Ecuador, 02 de Febrero de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Las profesionales brindan ayuda psicológica y física a las pacientes

Las ‘doulas’ se convierten en la compañía de las futuras madres durante el parto

Minutos antes de que las pacientes entren a la sala de parto, las ‘doulas’ las preparan con masajes. Foto: Cortesía del Hospital Enrique C. Sotomayor
Minutos antes de que las pacientes entren a la sala de parto, las ‘doulas’ las preparan con masajes. Foto: Cortesía del Hospital Enrique C. Sotomayor
-

Emily Cuasquer recuerda el día en que alumbró a su hijo. Estaba sola en la sala de parto, gritaba por ayuda de su madre y solo quería que la acompañara en ese momento. Más que nadie conoce la necesidad que tiene una mujer en ser asistida durante el alumbramiento y ahora se dedica a dar apoyo psicológico y físico a las pacientes que están a unas horas de ser mamás.

El trabajo de Cuasquer es conocido como ‘doula’, un término que se remonta a la antigua Grecia que fue usado para las esclavas o sirvientas que ayudaban a la mujer de la casa durante el parto, pero un grupo de médicos lo utilizó en 1980 para definir a las mujeres que acompañaban al nacimiento en Guatemala y cuya labor ayudó a minimizar el número de cesáreas.  

Según Priscila Loor, representante de Cappa en Latinoamérica, la organización más grande del mundo en cuanto a capacitación para profesionales de educación prenatal y postnatal, en Ecuador el trabajo de ‘doulas’ aún está concentrado a nivel privado, independiente.

Cada asistencia personalizada puede costar entre $ 100 y $ 200, pero el hospital gineco-obstétrico Enrique C. Sotomayor brinda el servicio de forma gratuita desde enero de este año a sus pacientes.

El obstetra José Arbeláez sostiene que para implementar la atención se dieron cuenta de la necesidad que tiene la mujer de ser ayudada. “No puede estar acostada, debe tener libertad en su labor de parto, además de la comprensión de la humanización y concederle lo que ella desee”.

Arbeláez define a una ‘doula’ como aquella mujer que brinda apoyo, comunicación y transmite la maternidad a la mujer. Sirve también para ayudarle a que realice sus necesidades biológicas, como ir al baño o tomar agua.

“Las pacientes han llegado a encariñarse con ellas y sienten que es un alivio el darle masaje y su trabajo en el parto es mejor. El cuerpo de ‘doulas’ es sumamente favorable, las pacientes se aferran a ellas, no las dejan ir hasta que salga su bebé y después terminan agradeciendo de una manera muy satisfactoria”, cuenta Arbeláez.

Eso lo conoce muy bien Cuasquer. Expresa que en una ocasión una paciente la llamó “ñaña”. “Solamente con abrazarla y saber que yo estaba ahí ya no lloraba, ni gritaba, los dolores son fuertes y ella necesitaba de una persona en esos momentos”.

Erika Caicedo, quien tiene 25 años, asegura que su labor es muy gratificante. “Nuestro trabajo es brindarle autoconfianza a la madre y que crea que lo puede hacer y que sí lo va a hacer. En una ocasión me tocó con una chica de 13 años que estaba en alto riesgo. Me decía quiero a mi mami pero le respondí que estaba yo y que quería ser su mamá en ese momento. Cada vez que necesitaba algo gritaba mami ven, no te vayas, quédate conmigo y nos quedamos hasta el final. Se olvidó totalmente del dolor y confió en que podía hacerlo. Me dijo que le diera mis nombres y que ella me podía venir a visitar”.

Tanto Cuasquer como Caicedo fueron capacitadas junto a otras siete auxiliares de enfermería durante 16 horas en temáticas sobre el proceso de parto: cómo se manifiesta, el apoyo psicológico, lactancia en la primera hora, entre otros.

La formación estuvo a cargo de Loor, quien tiene 20 años de experiencia en educación prenatal y postnatal y de Jeniffer Bertha, también de Cappa. “La mujer puede estar 8 horas adentro de la sala, solita, y por el volumen de pacientes que tiene la maternidad, la mayoría de las veces la mujer estaba acostada en una camilla, atendida por el personal pero nadie tenía el tiempo de darle el masaje. Ahora hay personal dedicado a eso”, explica Loor.

Añade que para ser ‘doula’ no se necesita ser madre, solo es necesario que la mujer tenga la disposición de ayudar, de saber ponerse en el lugar de otra mujer y estar abierta a  apoyarla en el momento más importante de la vida, que es el nacimiento de un hijo. “Para una mujer puede ser importantísimo solo que le cogiera la mano, para ella eso le significó un mundo, porque se sintió acompañada”, dice.

Aclara que la ‘doula’ no interviene en la parte médica porque su apoyo es psicológico y físico al usar todas las herramientas para aliviar el dolor. “Tiene que saber en qué posición puede estar la madre para que le alivie el dolor y también qué tipo de masajes son recomendables en ese momento”.

Hay ‘doulas’ posparto que son mujeres que se capacitan en lactancia y ayudan a la madre en el cuidado del bebé y durante el primer período de lactancia.

Loor señala que generalmente las mujeres dedicadas a esta labor lo hacen a nivel privado y que en esos casos es importante que tengan el contacto a diario con la paciente para tener una experiencia mejor. “Lo más delicado es saber que debes tener la disponibilidad de tiempo incluso a las 03:00, porque en ese momento puede presentarse el trabajo de parto”. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media